Juan Manuel Chávez publicó 'Cassi, el verano', en 2018. (Foto: Difusión)
Juan Manuel Chávez publicó 'Cassi, el verano', en 2018. (Foto: Difusión)

Por: Juan Mauricio Muñoz

Juan Manuel Chávez (Juanma, para los amigos) me recibió en su oficina en Lima. En España, estudia un Doctorado en Lenguas, Literaturas, Culturas y sus Aplicaciones en la Universidad de Valencia y es investigador de la Unidad de Estudios Biográficos de la Universidad de Barcelona. Antes que volviera al país ibérico, conversé con él sobre 'Cassi, el verano', su última novela. 

¿'Cassi, el verano' fue escrita enteramente en España?
Estaba estudiando la maestría en España. Empecé a escribirlo en el 2012 hasta 2015 o 2016 cuando consideré que ya tenía la versión cerrada. Luego, dejé el libro para la editorial.

'Cassi', la mexicana es un todo, parece México en sí, ¿cómo planeaste formar este personaje?
Es una juntura de muchas personas que conocí, en la medida que los másteres y los doctorados en España tienen generalmente el 30% de latinoamericanos. Se convive con argentinos, colombianos, mexicanos y chilenos. A mí me interesaba por afinidad Perú y México, pues existe una conexión ancestral. Esta mexicana, 'Cassi', es producto de canibalizar a la gente que conocí vilmente entre 2010 y 2011

Hay varios diálogos sobre Perú. Hay gente que extraña el país, pero otros no.

Me importaba que la novela tuviera un filón sentimental. Soy una persona que tiende a ciertas nostalgias, pero no melancólicas sino una suerte de nostalgia feliz. En esa línea, los protagonistas son esposos, extrañan sin sufrir porque están juntos.

'Morita' también es un personaje clave en la novela, entonces, ¿por qué 'Cassi' es el personaje principal?
Eso transcurre durante 39 meses de un estudio de maestría que sucede estacionalmente. Comienza en otoño, luego sigue en invierno y, finalmente, la primavera. Los personajes se despiden y se separan antes del verano. Son amores de veranos, el cual entendemos a los 14 o 15 años. Esta Cassandra-'Cassi' en la novela- es para la pareja ‘casi’ su amor de verano, pero se resisten a aceptarla como tal, quieren que sea su amor verdadero. Luego, viene la aceptación de que entonces Cassi, con doble 's' de Cassandra, es un amor de verano porque nunca llegan a compartir el verano entre sí.

Portada de 'Cassi, el verano'. (Foto: Difusión)
Portada de 'Cassi, el verano'. (Foto: Difusión)

'Cassi' es una burguesa que se cruzó en un matrimonio de peruanos por el máster, ¿cuánto hay de Juan Manuel Chávez en esta novela?
Cada vez hay más de Juan Manuel Chávez en sus libros con respecto al comienzo. Cuando comencé con el premio Copé de Plata por ‘Sin cobijo en palomares’ o mi primera novela que fue mención del Premio Nacional de Novela Federico Villarreal no hay nada o casi nada, y si había fue muy explícito. En mi novela ‘La derrota de Pallardelle’ hay un autor llamado Juan Manuel Chávez que sueña con escribir una novela, pero la arruina. Necesitaba librarme de la presión de escribir y metí a un hombre llamado Juan Manuel Chávez. Ahora no. Cuando pasan los años, tus vivencias van fermentando y luego de cinco o seis años, te das cuenta que lo que te pasó íntimamente puede pasarle a muchísima gente. Mi objetivo no es contar mi vida, es encontrar escenas personales que resuenen íntimamente a cualquier otra persona.

No es autoficción...
No. Si lo fuera prefería contarlo con honestidad como una crónica periodística, pero me interesaba el pacto ficcional. Lo importante al margen de lo que el lector descubra-que es lo más valioso-, es que necesitaba operarlo como ficción, tanto así que lo llevó al límite de la verosimilitud con las notas al pie y las páginas autorreferenciales

¿Por qué las notas al pie?, ¿querías ser más explicativo?

Porque es una relación de tres entre comillas, con tensiones, viven ocultos en el ático. En una primera versión no tenía notas al pie de página, era una novela que avanzaba con los tres personajes interactuando, pero luego creí que serían detalles importantes.

¿Tú decidiste poner las notas al pie o tu editor Víctor Ruiz Velazco?
Esto llegó resuelto, yo lo decidí, el original le llega a Víctor con todas estas rarezas.

¿Víctor no te dijo nada?
Fue respetuoso con las rarezas, pero hay editoriales que no querían esas rarezas. A diferencia de otras editoriales que les gustó mucho el libro, tenían objeciones con mi apuesta artística de las notas al pie y las páginas negras, en cambio Planeta dijo: 'nos gusta tu apuesta artística, por eso es que nos gusta el libro'. Valoré esa decisión que tiene que ver con mis intenciones literarias. Hay un asunto de geopolítica en la literatura local como la global, entonces hubo una editorial como Planeta que mencionó que esta novedad distinta, vanguardista y experimental les calzaba bien.

¿Cuánto tiempo te tomó escribir ‘Cassi, el verano’?
Siempre demoro. Vuelvo del master en 2011; 2012 comienzo a escribirla. 2013 tengo una versión en un año, luego la siguiente versión me toma todo el 2015. En 2017, trabajo editorialmente el libro viviendo en Barcelona. Concluyendo: me tomó cinco años.

¿Estás escribiendo algo?
Por supuesto, siempre escribo. En todo caso siempre corrijo y además, redacto. Voy autoeditándome permanentemente.

Por tu respuesta, asumo que te gusta corregir.
Soy muy obsesivo. Aprendí a no arruinar las frases al exagerar. Al conversar me gusta jugar con el lenguaje, doy vueltas. Es un estilo personal que puede lindar con lo huachafo o barroco, pero que disfruto. Eso toma tiempo para que suene grato siendo artificial pero que a la vez se sienta natural, además de las estructuras. Estudié ingeniería civil en la UNI y lo primero que pienso es en estructuras.

¿Cuánto extraña Juan Manuel Chavez el Perú basándose en ‘Cassi, el verano’?
Los peruanos ayudan a que uno extrañe menos. Barcelona es una aduana de lo que ocurre en Latinoamérica como puerta hacia Europa, no pasa una semana que no llegué un peruano o un latinoamericano que te dice estoy acá, nos tomamos una chela o una caña. Siempre hay un peruano que llega, un sofá que uno despliega para que se quede a dormir. Sin embargo, cada vez que pasan los años extraño más a mis padres. Cuando tienes 20 o 30 años, son eternos, pero ahora me cuesta la ausencia de mis viejos. Hay algo más, al comienzo de la vida en Europa extrañaba el prestigio, la vida de escritor conocido; extrañaba la vanidad del oficio literario, llegar a España y ser un absoluto desconocido y que no tengas cada semana un cóctel: extrañaba eso al comienzo, hoy ya cambió porque voy insertándome en el medio académico. He aprendido que eso te quita tiempo para escribir. Antes extrañaba la sensación de prestigio de ser escritor en mi ciudad, ahora extraño algo más importante: a la gente que quiero.

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