Keiko Fujimori llegó a La Molina para visitar a Alberto Fujimori tras la anulación del indulto. (Foto: Agencia Andina)
Keiko Fujimori

POR: Miguel Ramírez / Periodista de investigación

por el caso cócteles, pero un día antes de su detención, el periodista Miguel Ramírez escribió esta columna en la que indica que la lideresa de Fuerza Popular fue la gran opositora del indulto de su padre y aquí explica por qué.

el miércoles pasado, refiriéndose al llanto que soltó cuando se enteró que el .

El leal abogado del exmandatario Alberto Fujimori -quien lo defendió en el juicio donde lo sentenciaron a 25 años de prisión por los asesinatos de La Cantuta y Barrios Altos- fulminó a la lideresa de Fuerza Popular: ‘Cuando se sufre, se sufre en serio’.

A Nakazaki no le falta razón: Keiko fue la principal opositora del indulto y la libertad de su padre. ¿Quieren pruebas? Aquí están.

Pocos recuerdan que cuando la congresista fujimorista Tamar Arimborgo asumió su cargo, juró por el indulto a Fujimori, pero luego se calló para siempre. Varios legisladores disidentes del fujimorismo cuentan que Arimborgo fue llamada al orden y se le pidió que no hablara más del tema, lo que cumplió con obediencia.

En plena campaña electoral y cuando asumió su mandato, el presidente Pedro Pablo Kuczynski propuso que se debatiera en el Congreso una ley que permitiera a Fujimori tener arresto domiciliario. Lo mismo planteó el congresista Roberto Vieira, pero Keiko y su poderosa bancada boicotearon las propuestas.

Sin embargo, la evidencia más irrefutable de que Keiko estaba en contra del indulto a su padre fue lo que hizo con PPK, quien concedió ese beneficio contraviniendo, flagrantemente, requisitos elementales, que el juez ha valorado impecablemente para anularlo.

En lugar de agradecerle y proteger al mandatario -que es lo que haría cualquier buen hijo agradecido-, Keiko y sus congresistas urdieron un siniestro plan de grabaciones para destruirlo. Y lo lograron: ¡PPK se vio obligado a renunciar!

No contenta con eso, después fue por la cabeza de su hermano Kenji y ocho parlamentarios disidentes de su partido que impulsaron el indulto de su propio padre. Kenji y tres de sus compañeros terminaron echados del Congreso y denunciados en la Fiscalía.

“Fuerza Popular nunca quiso el indulto humanitario del presidente Fujimori. Prueba de ello es que hasta hoy sufrimos una persecución política desenfrenada”, dijo a este columnista la congresista Maritza García, quien se encuentra suspendida y a punto de ser desaforada por una denuncia falsa y una investigación parcializada.

Las pruebas que contradicen las lágrimas de Keiko y sus legisladores abundan. En un comunicado oficial discreparon públicamente con el indulto: “Saludamos la libertad del expresidente Alberto Fujimori, a pesar de discrepar con la forma en que se logró”, señalaron.

Y por si fuera poco, el congresista fujimorista Héctor Becerril acusó de corrupto al propio exmandatario: “Alberto Fujimori alienta la corrupción a cambio de su indulto”, escribió en su cuenta de Twitter.

Entonces, ¿por qué ahora derraman lágrimas y acusan a todos de odios y venganzas? Ellos mismos son los verdugos de su líder histórico. Nos vemos el otro martes. 

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