Con la nueva publicación de Como polvo en el viento sobre el exilio cubano, (1955), figura imprescindible de la literatura latinoamericana, nos contesta el teléfono desde La Habana. El premio Princesa de Asturias 2015 y creador del detective Mario Conde trabaja en su casa, en el barrio Mantilla, donde ha aprovechado el tiempo escribiendo para que este 2020, pese a la pandemia, no sea un “año perdido”.

¿Cómo ve ahora la revolución cubana después de casi 4 años y medio que falleció Fidel Castro?

La realidad cubana es muy peculiar. La llegada de esta pandemia lo ha hecho mucho más complicado. La realidad actual está alterando las relaciones económicas, políticas y personales. Cuba no escapa de este contexto que está generando una crisis económica de carácter universal. La política del embargo y el bloqueo estadounidense hacen más visibles los problemas en la economía cubana por todo lo que ocurre. Afortunadamente, hubo un manejo adecuado de la pandemia. Al punto de que en Cuba hubo menos de cien personas muertas por el coronavirus. Sin embargo, estamos alterados estos días porque hay como 30 casos diarios de infectados. Aunque pueda parecer muy poco a diferencia de otros países, estamos conmocionados por un breve rebrote.

Estuve leyendo Como polvo en el viento, su última novela, la cual abarca desde 1990 hasta 2016 y recoge pasajes de la migración cubana, sobre todo a Estados Unidos. ¿El exilio es parte de la nostalgia de muchos cubanos que quieren regresar a la isla?

Es una novela que trata sobre la diáspora de mi generación que se acentúa a partir de los años 90 cuando hay una crisis económica en Cuba. Fue el momento en que muchos compatriotas debían ver varias opciones. Hay muchas razones sobre el por qué algunos personajes se exilian y otros permanecen en la isla. Es, sobre todo, una historia de fidelidad e infidelidad, amor y desamor, amistad y traiciones. En el caso cubano, el exilio ha sido una marca que ha acompañado toda la historia de la nación desde el siglo XIX que empiezan las manifestaciones de un país independiente. Yo escribí La novela de mi vida hace veinte años donde hablo del exilio del primer cubano que fue el poeta José María Heredia. Por ejemplo, José Martí vivió la mitad de su vida fuera de Cuba; Heredia solamente estuvo cuatro años aquí y el resto de su vida estuvo afuera. En los últimos años eso se complica con condiciones políticas que hace el exilio mucho más drástico. Hubo un momento en que los exiliados no podían regresar al país y eso fue alimentando el sentimiento de nostalgia por regresar a la isla, y, a veces, esa nostalgia se convirtió en reacciones de carácter mucho más visceral.

En 2009 publicó El hombre que amaba a los perros: un investigación que le tomó cinco años para acercarnos a Trotsky y sobre todo, a su asesino, Ramón Mercader. El homicidio de Trotsky cumple 80 años. Hay muchos izquierdistas que se consideran trotskistas, pero se escucha muy poco que se llamen estalinistas, ¿a qué cree que se deba?

Que no lo reconozcan no quiere decir que no lo sean. Creo que hay unos cuantos que son bastante estalinistas, sin embargo, no lo dicen porque se avergüenzan. El problema está en que Trotsky se ha convertido en el perdedor de una pugna política, pero después fue una especie de posible renovador de las ideas del marxismo que fue ganando en simpatía a lo largo del proceso histórico, por lo que existen hoy en América Latina y en el mundo partidos políticos que se reconocen orgullosamente como trotskistas. Pienso que, en una comparación posible, Trotsky es un personaje que resulta más simpático y cercano y, a veces, se olvida su parte estalinista y dogmática, un poco más controvertida, heterodoxa y liberal. Que hayan publicado tantas reflexiones a partir de lo que significó el asesinato de Trotsky significa que todavía despierta una atracción en muchas personas y círculos políticos.

Hay muchos artistas que han estado creando durante la pandemia, ¿usted ha estado trabajando o ha preferido darse un descanso hasta que esto pase?

Yo creo que la cuarentena es una coyuntura difícil porque nos obliga a vivir de una manera a la que muchos no estábamos acostumbrados. Sin embargo, en cualquier coyuntura se tiene que tratar de encontrar la parte más positiva y sacar provecho. Yo he trabajado muchísimo en esta etapa: terminé la redacción y la revisión final de mi novela Como polvo en el viento, he preparado conferencias y escrito prólogos. Hice periodismo que no hacía hace mucho tiempo. He aprovechado el tiempo para leer muchísimo. Muchas veces hay distracciones tradicionales que en estos momentos no tengo. No sé si es apropiado, pero se tiene que hacer lo que es adecuado para que este 2020 no sea un año perdido. Yo he tratado de que sea un año provechoso para mi trabajo.

La Habana está paralizada debido a la pandemia, ¿se ha imaginado a Mario Conde en esta situación?

Sí, pero todavía no lo colocaría en este contexto. Creo que es un proceso. Cuando empezó la pandemia en marzo estaba en México. Mi esposa y yo tuvimos que regresar apresuradamente a La Habana. Pensé que en mayo podía viajar a España para estar como jurado del premio Princesa de Asturias, pero se canceló. En agosto tenía planeado presentar mi novela Como polvo en el viento en el Festival de Huelva, pero también se canceló. Estamos viviendo a expensas de otras decisiones. Me cuesta mucho trabajo tener una visión clara de qué está pasando. Yo esperaría que terminara el proceso para poder tomar un poco de distancia y saber cómo moverme en este tema.

¿Qué opina de las relaciones de Cuba con Estados Unidos con Donald Trump como presidente?

Está en su punto más bajo desde la época de la crisis de los misiles. Se nota porque durante el segundo gobierno de Obama se restablecieron las relaciones y hubo encuentros deportivos, culturales, académicos y científicos. Trump desbancó incisivamente la política de Obama hacia Cuba. Estamos con las relaciones detenidas y con un recrudecimiento del bloqueo económico de Estados Unidos sobre Cuba.

MÁS DATOS

Leonardo Padura participará en la FIL 2020 en el conversatorio ‘El perfil criminal: sospechosos y culpables’, con el escritor Martín Roldán Ruiz-organizado por la Cámara Peruana del Libro-, el sábado 29 de agosto a las 05:00 p.m., vía Facebook Live.

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