Les cayó el guante por cochinas. Cocinas y ambientes sucios, con alimentos colocados a lado de insectos y gusanos fue el deplorable escenario que la halló en cuatro locales del donde se vendía cebiche y platos a base de productos marinos, lo que motivó a su clausura inmediata por parte de su Subgerencia de Vigilancia Sanitaria.

El primero de los locales intervenidos en el Mercado Central por la Municipalidad de Lima fue el Restaurante La Bahía, ubicado en la cuadra 6 del jirón Puno. Allí los fiscalizadores detectaron que la preparación y distribución de los platillos se hacía junto a un lavadero empozado de agua.

Asimismo, los inspectores de la Subgerencia de Vigilancia Sanitaria de la Municipalidad de Lima verificaron que los espinazos que eran empleados para la elaboración del caldo de chilcano se encontraban en estado de descomposición, además de que eran almacenados en bolsas plásticas dentro de un balde.


Mientras tanto, en la cuadra 9 del jiron Andahuaylas, en el restaurante cebichería Renzito, los fiscalizadores de la Municipalidad de Lima encontraron que las verduras y otros insumos destinados para la preparación de platillos eran almacenados en un lavatorio junto con sandalias, ropa con gusanos y otros insectos.

Un panorama similar se apreció en otros dos locales situados en la cuadra 6 del Jirón Cusco, además de platos preparados en condiciones antihigiénicas, se encontró que la leche de tigre se guardaba en baldes de plástico por varias horas al interior de bolsas de hielo. Tampoco contaban con agua potable para la limpieza, ni congeladoras para conservar los alimentos.

Martí Reyes, coordinador de Operaciones de la Gerencia de Fiscalización de la Municipalidad de Lima, explicó que pese a que en aumenta la comercialización de cebiches y mariscos, comerciantes negligentes insisten en realizar su negocio sin respetar las medidas de salubridad requerida.


Además, la Municipalidad de Lima anunció que intensificará las inspecciones de manera inopinada a estos restaurantes, en los que en algunos de ellos se halló que los alimentos se manipulan sin guantes y se preparan los potajes con utensilios oxidados, incluso hasta con la presencia de insectos en los insumos.

Por su parte, Adi Vilca, bióloga de la subgerencia de Vigilancia Sanitaria de la Municipalidad de Lima, recomendó a la población, especialmente a la que circula por el Mercado Central, alimentarse en lugares que reúnan las medidas sanitarias pertinentes, porque se exponen a contraer alguna enfermedad gastrointestinal.

Los locales fueron clausurados temporalmente hasta que se solucionen los problemas encontrados, además de ser sancionados por la Municipalidad de Lima hasta con S/ 8,100, suma equivalente a dos Unidades Impositivas Tributarias (UIT).

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