En un mundo donde muchas veces prima el egoísmo, un gesto desinteresado llama mucho la atención. Esto fue lo que pasó con la suboficial de 3ra. Cynthia Chaparrín Ponce, quien hace unos días, cuando cumplía su servicio de tránsito en la ciudad de Huánuco se percató que un viejito mendigo lloraba de hambre, recostado en una sucia pared.

Ella no lo pensó dos veces, se acercó a él y le limpió el rostro con unas toallitas húmedas. Mientras lo hacía le pedía que se calme y le aseguraba que todo estaría mejor, pronto.

Luego, sació su hambre, calmando así, aunque sea temporalmente, alguna de sus necesidades. Este acto no fue grabado por una compañera de Cynthia, sino por un transeúnte quien se conmovió por este gesto. Después lo subió a las redes, donde miles aplaudieron la nobleza de la joven policía.

Incluso, el ministro del Interior, , así como la titular de la Mujer y Poblaciones Vulnerables lanzaron una campaña para buscar a Cynthia, pues quieren agradecerle personalmente por haber ayudado a una persona en desgracia y también encontrar al ancianito para darme una calidad de vida.

Al enterarse que su acto era muy comentado, la policía dijo: "Lo hice por convicción y lo volvería a hacer cuantas veces sea necesario”.

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