se pronunció sobre el proyecto de ley que busca aplicar la para los violadores. En su habitual columna de El Comercio, la periodista señaló que "ganas de matarlos a todos [los violadores] no nos faltan, pero seamos realistas, eso no va a pasar".

Para exponer su , Patricia el Río hizo una analogía entre los casos de violación a la mujer en el Perú y la peste:

"Imagínese que nos atacara una enfermedad que ya hubiera infectado a más de 17 mil peruanos en lo que va del año. Imagínese que se reportaran 63 nuevos casos diariamente. Imagínese que el 90% de los casos de contagio fueran mujeres, y el 70% adolescentes entre 13 y 17 años. Imagínese que para ser atacado por este mal uno ni siquiera tuviera que salir a la calle, que estando en su casa o en su escuela sería suficiente para estar infectado."

Del Río indicó que estas cifras son nada menos que las denuncias por agresiones sexuales en el Perú en lo que va del año. 

"Si esto fuera el ébola o la gripe AH1N1, tendríamos a todo el sistema de salud pública tratando adecuadamente a los enfermos, al sistema educativo concientizando sobre cómo prevenir y no expandir el contagio, habría campañas nacionales, padres y madres participando activamente", escribió.

Para Patricia del Río este sería el escenario ideal, sin embargo, "nada de eso ocurre", pues "ni el Estado ni la sociedad están a la altura del drama que vivimos. Y el dato más fidedigno de lo mal que comprendemos el problema es pretender solucionarlo con la pena de muerte. Todos quisiéramos (y me incluyo) ver muerto a un violador. Sin embargo, más allá de los aspectos éticos y morales, que no vamos a discutir acá, debiéramos preguntarnos si ese es el remedio que buscamos para combatir la peste que ya se instaló entre nosotros".

Es por esta razón que Patricia del Río cree que aplicar la pena de muerte para violadores en el Perú no va a solucionar el problema de fondo: la violencia a la mujer en nuestro país. 

"Pedir la pena de muerte para una enfermedad como esta equivale a tratar de combatir una peste que se extiende a velocidad del rayo con una vacuna experimental que solo se le puede aplicar a tres ciudadanos de cada 10 mil. No sirve", indicó.

¿Qué hay que hacer entonces? "Empecemos por prevenir", asegura Patricia del Río. "Y para eso necesitamos dejarnos de mojigaterías e impulsar una educación en la que se hable de sexo, de deberes y derechos y de igualdad en los colegios. Apliquemos penas severas y efectivas a todos los agresores, desde el que le deja el ojo morado a una mujer hasta el que viola a una niña. Generemos conciencia: pongámonos de una vez del lado de las víctimas. Las que estamos siendo atacadas por este virus somos principalmente las mujeres, a nosotras nos ocurre, a nosotras nos persigue, a nosotras nos mata. Si no nos unimos todos en esta lucha, la próxima víctima puedes ser tú, tu hermana, tu mamá, tu hija, tu conciencia", agregó.

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