Periodismo de periodista. Un comunicador no solo está para informar o denunciar, también hay un justiciero o justiciera que lleva en su interior. Ser reportero, no te quita la indignación o la rabia por cruzarte con seres que destruyen y dañan nuestra sociedad. Karina Aliaga trabaja en , ha transitado la ciudad de extremo a extremo, con sus zapatillas bien puestas, conoce Lima y sus zonas peligrosas, las transitables y las no tanto. Se ha ‘enfrentado’ a , realizado seguimiento a y no retrocede ante violadores y delincuentes. Una vida azarosa, pero también entretenida.

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La persecución:

Con la móvil y el camarógrafo, íbamos al encuentro de unos vecinos que estaban reclamando por un tema de basura amontonada en su cuadra, cuando escuchamos una balacera y un ‘choro’ pasa por mi costado. Atrás un policía, pero me daba cuenta qué estaba demasiado retrasado, y le grité: ‘Sube al auto’ y lo empezamos a seguir. Había robado en una farmacia y se estaba escapado con todo el dinero, pero lo alcanzamos, fue capturado e hice mi nota.

La indignación

A los delincuentes los encaro, les digo que se creen muy valientes con sus armas y a los violadores les quito la capucha, les levanto la cara, para que la gente los reconozca y sepan quienes son y si alguna víctima no lo tenía registrado, que se acerque a denunciarlo. Cuando ocurre eso, los familiares me atacan, me agreden y amenazan.

El Enfrentamiento

¿Se acuerdan de esa chica qué mató a dos personas en un mismo día? Le quitó la vida a su amante y al dueño de un chifa de San Juan de Lurigancho, donde fue a comer un arroz chaufa y como tenía poco pollo, no le gustó y le disparó. Cubrí esa información y su apodo era la ‘Gata’, pero en realidad era una gata fiera. Cuando la presentaron, me acerqué a preguntarle y me metió dos patadas y con el micrófono, se las devolví.

La frase que entró en la historia.

Me indicaron que debía ir donde Alan García que estaba investigado por casos de corrupción vinculados al Caso Odebrecht. Llegué y estaba dando una entrevista exclusiva a otro canal. Cuando terminó, le pregunté: ‘¿Qué opina de las acusaciones de IDL? Y respondió: ‘Toda la Vida ellos juegan en pared con algunas fiscalías … demuéstrenlo pues imbéciles’ y cómo le pido que aclare a quien se lo dijo, agregó: ‘A los malvados que se pasan la vida diciendo, que cualquier cosa que pueda haber, tiene la culpa Alan García’.

El candidato

Seguí a Alejandro Toledo en toda su campaña electoral, era la única mujer entre todos los periodistas y por primera vez, tuve que usar tacos. Él se iba por un cerro y no lo podía alcanzar y perdí un zapato. Al final logré la entrevista, pero no encontraba mi taco. Ya lo daba por perdido, cuando el mismo candidato pregunta: ‘¿De quién es? Y obviamente respondo que es mío y comenta: ‘Tenemos una cenicienta en el grupo’.

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El jefe ‘despiadado’

Terminé la universidad y me fui a trabajar con Alejandro Guerrero, que fue mi profesor de la Facultad. Con él llegué a Panamericana y descubrí que era un ‘ogro’. No había día que no rompa mi hoja y me mande volver a escribir. En una oportunidad llegó a decirme: ‘Dame el número de tu casa para decirle a tu madre que pago 5 años de universidad por gusto’.

La estrategia periodística

Se conmemoraba un año más de ‘La captura del siglo’ y Alejandro Guerrero nos reunió: ‘Todos van hablar de cómo fue qué atraparon a Abimael Guzmán. Van a recordar imágenes, pero nosotros haremos lo mismo que hizo el GEIN para capturar al terrorista’. Nos envió a revisar todos los días la basura de Marta Hildebrandt y Jacqueline Beltrán. Descubrimos que al primera botaba medias rotas, bastante usadas y sobres de pastillas de gastritis y la segunda tenía papelitos citándose con personas, cuando no podía salir porque estaba con arresto domiciliario. Todo lo analizábamos con Benedicto Jiménez, quien había empleado esa técnica para dar con el líder de la organización sediciosa.

Su gran amor

Soy madre separada, tengo un hijo que se llama Valentino, tiene 8 años y es un niño autista y nos cambió a todos en casa. La paciencia y serenidad que no tenía, la alcancé con él. Debes responderle con amor y tranquilidad. A los 3 años no hablaba, no se concentraba, pero hizo 5 terapias al día y logró pararse.  Es un guerrero y me ha hecho mejor persona.

Su hijo Valentino le cambió la vida y la hizo mejor persona.
Su hijo Valentino le cambió la vida y la hizo mejor persona.

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