Un pistolero, al parecer venezolano, trepó la pared de la casa de un empresario avícola, llegó al techo e ingresó hasta su sala donde lo mató de un balazo en el abdomen, a pocos metros donde se encontraba su esposa con su hijita, en .

Apenas habían pasado 15 minutos del finalizado el horario de toque de queda, cuando el empresario avícola David Rigoberto Pardo Ayala (36) se terminaba de alistar en la sala de su casa, ubicada en la calle 5 mz. P, en urbanización Santo Domingo, para salir en su camioncito a realizar las compras de pollo al por mayor para empezar a repartir a diversos mercados del cono norte y para abastecer a su negocio en el mercado ‘La Frontera’.

De pronto, un ruido seco que provenía del patio, lo alarmó y solo pudo gritar ¡Ra…! (quiso decir ratero). Su esposa Magali Chunga, agarró a su pequeña hijita y se encerró en el dormitorio. Instantes después, su pareja David Pardo, forcejeó varios minutos con el desconocido, que estaba armado, y se escuchó un solo disparo, el cual le impactó al joven negociante en la parte derecha del abdomen.

Pistolero trepa por el techo a casa de empresario avícola y lo mata de un balazo
Pistolero trepa por el techo a casa de empresario avícola y lo mata de un balazo
Pistolero trepa por el techo a casa de empresario avícola y lo mata de un balazo
Pistolero trepa por el techo a casa de empresario avícola y lo mata de un balazo

Su pareja salió y, en compañía de su niña, lo condujó al hospital Sergio Bernales de Collique, donde murió, cuando iba a ser ingresado al área de emergencia.

Una cámara de seguridad de una vivienda vecina grabó todo el recorrido que hizo el sicario. Se aprecia que el sujeto, que mide 1.70 cm y es de contextura delgada, pasa caminando apurado por la calle hasta llegar al frontis de la casa del empresario David Pardo. Espera unos minutos y se asegura que no haya testigos y trepa por la pared. Llegó al techo y como si fuera un felino, saltó hacia el interior de la casa.

Al cabo de algunos minutos, sale de la casa por el mismo lugar y fuga corriendo, pero sin prisa. Según dijeron algunos allegados, a la víctima no le robaron nada.

El desafortunado negociante de aves de corral empezó su negocio hace más de 10 años y hace cinco que se mudó a vivir a dicha zona con su familia. Tenía su avícola en el mercado ‘La Frontera’, pero además repartía pollos a mercados del cono norte.

“Me encerré en el cuarto y escuché un disparo. Salgo y veo que un sujeto escapa por la ventana. Fui a buscar a mi esposo y lo veo tirado en el suelo quejándose de dolor. Pensé que lo habían acuchillado, y en el hospital me dijeron que le habían disparado”, contó consternada la viuda del joven empresario.

Se teme que el ataque haya correspondido a alguna venganza.

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