Por: Edgar Cirilo

Matanza. Se ensañaron con ellos. Así se calificó el, en el interior de la casa donde vivían y que ha provocado gran conmoción en , al norte de Lima.

Los cuerpos de las víctimas fueron encontrados en la cocina y habitación de la vivienda ubicada en el jirón Andrés de los Reyes 810, donde el asesino o los asesinos no tuvieron piedad.

El letrado Jairo Saldaña Navarro (45), especializado en litigar en juicios en lo civil, laboral y administrativo, con todas sus prendas de vestir yacía sin vida en el suelo de la cocina. Tenía un cable alrededor del cuello y una funda de tela cubría su cabeza.

Estaba en medio de los cuerpos sin vida de su hermano Jhon Huamán Navarro (47) y del hijo de este D.A.D. (14). Al igual que el abogado, padre e hijo tenían un cable alrededor del cuello. El menor tenía las manos atadas hacia atrás y el rostro cubierto con una tela. El papá del adolescente tenía las manos y pies amarrados y una cinta adhesiva cubría su boca.

El espeluznante cuadro continuaba en una de las habitaciones. Ricardina Navarro Ticlia (64), madre de Jairo y Jhon, yacía muerta. Por el cable de luz en el cuello, la mataron de la misma forma. Una toalla tapaba su rostro.

APUNTA A VENGANZA

El desorden en el cuarto, con prendas de vestir regadas y los cajones de un ropero revoloteados, indicaría que el múltiple asesinato es obra de simples robacasas, pero extrañamente no se llevaron un moderno televisor que estaba fuera de su lugar ni cosas de valor embaladas en una caja.

A ello se suma que la puerta no estaba forzada, ni la chapa había sido violentada. Incluso, por allegados al abogado se supo que era una persona muy desconfiada y cada vez que tocaban su puerta los atendía por la ventana. Estos detalles aumentan las sospechas de que las víctimas habrían conocido a los homicidas.

Para curtidos detectives, tanta ferocidad les resulta extraña para solo llevarse cosas. Tienen claro que el criminal o los criminales decidieron no dejar testigos. El adolescente estaba en la casa para sus clases virtuales, pues en la de su mamá no hay Internet.

La primera hipótesis apunta a que el abogado Jairo Saldaña era el objetivo a eliminar. Su celular desapareció y algunos archivos de su estudio están desordenados y fuera de su lugar.

Las huellas levantadas en la escena del crimen podrían dar pistas del asesino o los asesinos, y si verdaderamente fue un robo o una cruel venganza.

Parientes de Jairo Saldaña aseguraron que era muy cuidadoso al asumir la defensa de algún caso. Se supo que dos años atrás defendió a un sujeto acusado de pertenecer a una organización criminal.

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