En su mismo barrio, el vigilante particular del mercado Israelita de Mariscal Cáceres, fue asaltado y asesinado a cuchilladas por un hombre y sus dos hijos, quienes también son sus vecinos, en .

Jonathan Francis Garay Chiclla (28), había cobrado parte de su sueldo que le pagaron en el mercado donde laboraba y con ese dinerito se fue a comprar un par de zapatillas y ropa. Luego se fue a su barrio en Mariscal Cáceres. Cuando estaba cerca de la casa de sus tías, en la mz. V-14, sufrió el robo de sus pertenencias, incluida su mochila. Él fue a la casa de los atacantes, que también eran sus vecinos, y les reclamó que le devuelvan lo robado.

“Esos sujetos le robaron sus zapatillas y ropa nueva a mi sobrino Jonathan. Lo asaltaron en la esquina de su casa y lo golpearon a palazos. Mi sobrino solo les fue a reclamar que le devuelvan sus cosas, que con tanto esfuerzo se compró, y lo atacaron. Ese tal ‘Gareca’, que hace unos meses salió de la cárcel, lo golpeó a palazos en la cabeza y sus hijos ‘Zubzuck’ y ‘Samir’, lo atacaron. Pero fue este último que le incrustó un cuchillo en el cuello”, dijo Rosa Garay García (57), tía de la víctima.

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Pese a que el joven estaba ensangrentado y tenía una herida abierta, se enfrentó a sus atacantes, hasta que finalmente sus familiares lo condujeron al hospital de Canto Grande, donde murió. ‘Loco Garay’, como era conocido, era muy querido en el barrio. “Mi sobrino era muy trabajador. Vivía solo y nos ayudaba. Él se bajaba en la avenida y venía caminando por la misma ruta de la losa deportiva. Esos delincuentes tienen atemorizado a todo el barrio. No respetan nada. Los policías los atraparon y luego los liberaron”, dijeron las tías del joven trabajador.

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AMIGOS PASEARON FÉRETRO POR SU BARRIO

Varios familiares y amigos de Jonathan Garay, conocido cariñosamente como ‘Loco Garay’, sacaron el féretro de la casa de su pariente y lo pasearon por el barrio a modo de despedida. Luego lo condujeron en la losa deportiva donde fue velado por algunas horas. “Esos malditos la van a pagar. No tenían porque matar a ‘Loquito Garay’, él era un chico sano y trabajador. Esos maleantes se meten con el barrio”, dijeron consternados los amigos de la víctima.

Por la tarde, los restos del joven vigilante, fueron enterrados en el cementerio de Los Sauces en medio de una gran caravana de familiares y amistades que le dieron el último adiós.


OTRO CRIMEN EN SJL

La delincuencia sigue imparable. El valeroso policía Junior Julinho Dávila Chanchari (25) se enfrentó a un delincuente armado, para tratar de impedir que asalten un conocido chifa en Campoy, y terminó asesinado de un balazo en la cabeza, en San Juan de Lurigancho.

El agente, que prestaba servicio en la comisaría de Huachipa, había ido a cenar con una bella jovencita al chifa ‘Los Cipreses’, ubicado en avenida Principal mz. L lote 3 B en Campoy. Ellos se sentaron en una mesita afuera del local. Estaban conversando mientras esperaban que los atiendan.

De pronto, a las 8:39 de la noche, un auto gris se detuvo frente al local de comida oriental y tres sujetos bajaron en forma sospechosa. El hampón, que vestía una bermuda jean color, casaca negra, zapatillas blancas y gorra roja, ingresó primero y encañonó a la parejita, que estaban a solo unos metros de la puerta principal.

El asaltante le robó el celular al joven policía, pero cuando intentó robarle su mochila, que estaba enganchada a la silla, el joven agente se llevó la mano a la cintura, para sacar su arma, e intentó pararse para evitar el atraco, y fue herido de un balazo en la cabeza.

El ladrón le gritó a sus cómplices, que estaban asaltando a los comensales en el salón: “¡Es un policía!”. Al verlo ensangrentado en el piso, le robaron su pistola al agente, que precisamente estaba de franco. Los otros dos rateros salieron corriendo y juntos salieron del recinto y huyeron en el mismo auto, que los esperaba a unos metros del lugar.


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