El asesinato de 16 personas en el valle de los ríos Apurímac, Ene y Mantaro (Vraem), perpetrado por terroristas de Sendero Luminoso, trajo de vuelta a nuestras mentes esas épocas de terror que vivimos millones de peruanos. Por esta razón, la ciudadana se pregunta: ¿Qué plantean los candidatos presidenciales (Fuerza Popular) y (Perú Libre) para combatir el terrorismo y el narcotráfico?

En Plan de Gobierno de Fuerza Popular se encuentran menciones al Vraem como parte de uno de los tres puntos de una propuesta frente al narcotráfico, terrorismo y crimen organizado, incluido en el eje sobre orden público y seguridad ciudadana.

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“Para erradicar en el Vraem hay que acabar con los remanentes terroristas de Sendero Luminoso de los Quispe Palomino. La manera más eficaz de hacerlo es usando la estrategia exitosa aplicada en el Alto Huallaga entre 2006 y 2012 que acabó con la banda terrorista de ‘Artemio’, y en el 2012 y 2013 en el Vraem, donde se logró abatir a varios cabecillas terroristas: inteligencia y golpes de mano”, se lee.

También proponen erradicar la coca ilegal y aplicar programas de desarrollo alternativo, ‘que es el método que ha resultado eficaz para eliminar, en ciertas zonas, la coca ilegal’. Además, considera decisiva la lucha contra la corrupción de autoridades, a la que considera ‘la principal arma del narcotráfico y de organizaciones criminales en el Perú’.

Fernando Rospigliosi, exministro del Interior e integrante del equipo técnico de Fuerza Popular, dijo que en el Plan de Gobierno se incluyen las ideas centrales y condensadas. Reiteró que en seis meses se prevé exterminar a los terroristas del Vraem.

Para ello, afirmó, no se requiere demasiado personal, pues lo más importante es la cooperación entre distintos sectores y, sobre todo, decisión política del gobierno. “El asunto no es movilizar miles de soldados, gran cantidad de personas, porque eso no funciona. Es ubicarlos, acabar con ellos o capturarlos. Eso es lo que se hizo en el Alto Huallaga”, precisó.

Luego, manifestó Rospigliosi, vendría una política de desarrollo alternativo, que implique sustitución de cultivos ilegales por otros legales con asistencia técnica del Estado, pero con una intervención estatal en infraestructura a través de carreteras, hospitales, postas médicas, colegios y otros.

‘PARTIDO DEL LÁPIZ’

Por su parte, en el Plan de Gobierno de Perú Libre no se encuentran políticas y propuestas para lograr una adecuada presencia del Estado y enfrentar las problemáticas del Vraem. Además, las menciones al terrorismo y el narcotráfico son mínimas.

En cuanto al Vraem, solo se le menciona como parte de un diagnóstico y un planteamiento para eliminar órganos ministeriales paralelos a los gobiernos regionales. “El Ministerio de Agricultura tiene el mayor número de órganos paralelos… Además, manejan diez programas especiales, entre ellos, respecto a Junín, Sierra Centro Sur y Desarrollo del valle de los ríos Apurímac, Ene y Mantaro. No es que se pretenda desarmar al Ministerio de Agricultura… En un país descentralizado estos programas no debieran estar a cargo de ministerio, sino de la Dirección Regional de Agricultura de cada gobierno regional”, señalan.

En cuanto al narcotráfico, lo incluye como uno de los puntos de la política medio ambiental, pero no hay un apartado especial sobre dicho tema. Sobre el terrorismo, en el capítulo sobre derechos humanos, refieren: “Nuestro partido condena todo acto impune de violación a los derechos humanos, individual o colectivo, cuyos autores deben ser procesados y condenados, y está dispuesto a reparar de manera definitiva y por única vez a todas las víctimas del terrorismo en el marco de la reconciliación nacional”.

Asimismo, mencionan brevemente al terrorismo y narcotráfico como amenazas para implementar un programa contra el analfabetismo en la sierra y amazonía, así como para desarrollar vías de comunicación terrestres. Sin embargo, en el capítulo sobre soberanía, se plantea que el Perú debe ‘poner fin’ a la presencia de bases militares norteamericanas que ‘se identifican como misiones de cooperación militar’ e incluyen ‘negociaciones en nombre de la lucha contra el narcotráfico’. (Con información de El Comercio)

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