Por: Miguel Ramírez

Si premiara al mejor actor interpretando el papel de difamador, el congresista fujimorista ya hubiera ganado varios Oscar y fuera orgullo nacional. En el , Becerril hace el papel de ‘Django’, el temible pistolero de las películas del ‘Viejo oeste’ estadounidense.

Amigos que lo conocen cuentan que su carácter violento ya era conocido desde el 2008, cuando tenía una jefatura en la empresa azucarera Pomalca, en Lambayeque. Un día, mientras los trabajadores se reunían para pedir mejoras salariales, Héctor Becerril se apareció con 100 hombres premunidos de palos, piedras y armas de fuego. Un joven, de 19 años, terminó herido en la trifulca.

La semana pasada, Héctor Becerril la emprendió contra los periodistas Manuel Rosas y David Flores, de ‘Radio Exitosa’, que lo entrevistaban sobre la cuestionada compra de canastas navideñas por S/.920 soles, adquiridas por el Congreso sin licitación.

Le dijeron que ese regalo era una vergüenza y un insulto a los bolsillos de los peruanos. Héctor Becerril les respondió con un petardo: “¿Ah, esa era tu ‘pepa’ de la entrevista? Vergüenza será para ti. ¡Vergüenza deberías tener tú de defender a un ministro por la mermelada que les han dado!”.

Los periodistas le preguntaron qué haría con ese regalo. Héctor Becerril, más iracundo, respondió: “Ese no es tu problema. No te voy a contestar. No me vas a obligar. A mí no me vengas a pechar. Estás equivocado”.

En los últimos tiempos, la frase favorita que no deja de repetir Héctor Becerril es ‘nosotros luchamos contra la corrupción’. Parece una mala broma, pues fue durante el gobierno de Alberto Fujimori y su hija Keiko (actual jefa de Becerril) cuando la corrupción campeó por todos lados.

Pocos recuerdan, por cierto, que el año pasado el programa ‘Cuarto Poder’ reveló que el hijastro de Héctor Becerril, Cristian Astete Morales (25), fue sindicado como el ‘cerebro’ de una banda de jóvenes que cobraban ilegalmente depósitos judiciales, que estaban en custodia del Poder Judicial. Astete era notificador de un juzgado civil de la Corte Superior de Lima.

Héctor Becerril, además, no parece ser un padre ejemplar. Su exesposa, Eulalia Rojas García, lo denunció judicialmente para que elevara la pensión alimenticia de su menor hijo nacido el año 2002.

El 2006, cuando Héctor Becerril aún no era parlamentario, acordó pasarle una pensión de 150 soles. Cuando fue elegido y ganaba 15 mil 600 soles, su esposa le pidió que le aumentara el monto. Como se negó, lo denunció y se le impuso pagar mil 500 soles mensuales.

“A mí nadie me obligó a pasar pensión de mil 500 a mi hijo. Lo hice por responsabilidad”, escribió cuando la prensa reveló la denuncia. En venganza, Héctor Becerril insultó a la madre de su hijo: “Cuando fui elegido congresista, me pidió 17 mil soles de mensualidad. Como no acepté, me demandó”.

Este parlamentario es el engreído de Keiko Fujimori. ¿Qué les parece? Nos vemos el otro martes.

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