A través de sus redes sociales, envió un comunicado firmado por ella en el que se manifiesta al cumplirse un año desde su detención la misma que derivó en prisión preventiva que cumple en el penal de Chorrillos.

Como se recuerda, el 10 de octubre de 2018, Keiko Fujimori fue detenida tras acudir a una sede del Ministerio Público para dar su declaración por el caso Cócteles, como parte de las investigaciones por presuntos aportes ilegales de Odebrecht.

Tras varios días de audiencia, el juez Richard Concepción Carhuancho decidió acceder al pedido del Ministerio Público y le impuso a Keiko Fujimori 36 meses de prisión preventiva el 31 de octubre del 2018.

Un día después, fue trasladada al Penal Anexo de Mujeres en Chorrillos, donde permanece hasta la fecha. Desde entonces, la Corte Suprema redujo de a 18 meses la restricción contra la excandidata presidencial y estableció como su fecha de liberación el mes de abril del 2020.

Este es el mensaje que envió en sus redes sociales:

Un día como hoy, hace un año, fui emboscada de manera inesperada al ingresar a dar una de las muchas declaraciones al Ministerio Público.

Pensé, en ese momento, que no podía haber nada más arbitrario en la vida, pero me equivoqué.

Desde ser expuesta como un trofeo con un chaleco de detenida, hasta ser trasladada de emergencia enmarrocada en una furgoneta, son cosas que jamás imaginé pasar, ni en mi peor pesadilla.

Tengo claro que no hay nada que me pueda partir más el alma, que despedirme de mis hijas en los días de visita sin poder responderles cuándo volveremos a estar juntas.

Hoy estoy a la espera de una decisión que puede terminar con esta injusticia, y me permita dormir a lado de mis hijas, abrazándolas muy pero muy fuerte.

Alzo mi voz, con humildad y fortaleza, y les digo a todos:

Soy Keiko Fujimori, madre de dos niñas, hija de un expresidente y de una excongresista, 2 veces candidata presidencial, ex congresista y presidenta de un partido político. Puedo haber cometido aciertos y desaciertos, pero si lo hice, fue pensando que era lo correcto en su momento y asumo el 100% de la responsabilidad sobre mis actos y decisiones políticas.

No soy líder de una organización criminal, no he cometido delito alguno, no soy lavadora de activos, no he creado ninguna maquinaria para dañar a nadie y menos aún dirijo alguna operación política desde donde me encuentro.

Pongamos cada cosa en su lugar. No confundamos la actividad política con la justicia penal, hacerlo no solo daña a los políticos, daña a las instituciones democráticas, daña a todos.

Lo único que invoco es que la justicia se abra paso finalmente.

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