Por: Miguel Ramírez

“…Y si Odebrecht menciona a Alan García o Keiko Fujimori, no se le hace caso. Pero si menciona a Humala, mínimo hay que dictar prisión preventiva”, le dice el juez Richard Concepción Carhuancho al fiscal Germán Juárez. Es un diálogo ficticio de una caricatura de Carlín, el genial caricaturista político, sobre la prisión preventiva por 18 meses decretada la semana pasada contra el expresidente y su esposa .

Una caricatura vale más que mil palabras. A este columnista no le sorprende la extrema medida contra Ollanta Humala y Nadine Heredia. Hace unas semanas, una fuente judicial me comentó que los fiscales Juárez, Rafael Vela y Alonso Peña Cabrera preparaban un ‘notición’ para tapar su negligente actuación durante el interrogatorio a Marcelo Odebrecht, el mandamás de la empresa corruptora, realizado hace un mes en Brasil.

Como se sabe, Odebrecht les dijo que su empresa también apoyó financieramente a Keiko Fujimori y al partido aprista de Alan García, pero los fiscales se quedaron mudos y no indagaron nada sobre esa revelación.

Con la detención de Ollanta Humala y Nadine Heredia, esa sintomática actuación se olvidó. Durante dos días consecutivos y 16 horas continuas -algo poco visto en la historia judicial del país-, el fiscal Juárez y el juez Concepción esgrimieron un rosario de hechos que probarían el presunto financiamiento ilegal de los esposos Humala para sus campañas electorales del 2006 y 2011.

Sin embargo, los más connotados juristas del país señalan que el peligro de fuga de los investigados -el principal requisito para dictar una detención preventiva- no se cumple. Ollanta Humala y Nadine Heredia acudía a todas las citaciones que se les hacía. En los próximos días, una sala penal decidirá si revoca o confirma la decisión del magistrado.

Volviendo al interrogatorio de Marcelo Odebrecht, el empresario le dijo al fiscal Juárez que quien podía confirmar los supuestos aportes de dinero entregados a Keiko Fujimori y al partido de Alan García era Jorge Barata, quien fue durante muchos años representante de su compañía en el Perú.

Lo que pocos saben es que el 7 de julio pasado -cuatro días antes de pedir la detención de Ollanta Humala y Nadine Heredia- el fiscal Juárez ¡renunció formalmente a interrogar a Barata!

Es notorio que los fiscales son benevolentes con ambos políticos y sus principales allegados. Keiko Fujimori y Joaquín Ramírez (su principal financista de la campaña del 2011) tienen una investigación por lavado de dinero que avanza a paso de tortuga. Ramírez se dio el lujo de decir que los documentos que sustentan su cuantiosa fortuna se los robaron en un taxi.

Lo mismo ocurre con Alan García. Sus siglas ‘AG’ aparecen en documentos de Marcelo Odebrecht. Y los hijos de Luis Nava, su brazo derecho, ni siquiera son mencionados, pese a los millonarios contratos que hicieron con la empresa Odebrecht.

La justicia debe ser igual para todos. Nos vemos el otro martes.

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