Pasar gran parte del día en la oficina o cumpliendo labores para la hacen dar cuenta a muchas personas que el trabajo ocupa un lugar importante en sus vidas. No solo porque les retribuyen mensualmente, sino porque el tiempo que dedican a su empresa, los ayuda a crecer profesionalmente.

Pero ¿qué sucede si este ambiente, en lugar de ayudar a desarrollarlos se convierte en un espacio donde todo el mundo está esperando que llegue la hora de la salida para escapar de él? Probablemente, ha llegado el momento de hacer un cambio.

Aunque te ate un buen sueldo al centro laboral donde te desempeñas, tienes que evaluar qué es lo mejor para ti y tu tranquilidad. El portal te da a conocer nueve señales que te dicen cuándo debes renunciar.

1. Ignoran o se burlan de sus opiniones. Si sientes que tu jefe o empresa no quiere escuchar tus propuestas y si las hace se burla de ellas haciéndote sentir que son imposible de implementarlas; es el momento de valorarte y retirarte de tu empresa. A nadie le gusta ser ignorado.

2. Críticas en público. Si bien, todos queremos una retroalimentación de nuestro trabajo para seguir creciendo o corrigiendo errores, lo mejor es que si nos la dan sea en privado. A nadie le gusta estar expuesto ante los demás cuando se es criticado y hasta humillado.

3. Nunca te han dado las gracias. Si pones todo tu esfuerzo para alcanzar los objetivos en el trabajo y logras lo que se habían propuesto, lo mínimo que pides es que te agradezcan por tu esfuerzo; si no lo hacen, sentirás que nadie valora tu trabajo

4. Tu buen trabajo solo ayuda a incrementar el ego de tu jefe. Si tu jefe en lugar de trabajar junto a su equipo te deja toda la responsabilidad para hacerte cargo, lo único que está logrando es saturarte de trabajo. Peor aún, si los resultados son óptimos y hace ver que el esfuerzo fue solo suyo, no dejes que se lleve el mérito por algo que no hizo.

5. Sientes que no tienes un propósito. Si todos los días llegas a tu casa sintiendo que has trabajado, pero que no has logrado un propósito, has perdido la esencia de ir a laborar. Como persona uno quiere sentir que forma parte de algo grande, pero si no sientes eso, renuncia ya.

6. Sientes que eres como un número. Si tu jefe te hace sentir que eres reemplazable en todo momento y no le interesa cómo te sientes en el trabajo o cómo va tu avance, es momento de valorarte e ir a buscar cosas nuevas.

7. No te emociona ir a trabajar. Aunque no todo es color de rosa en un centro laboral, siempre habrá cosas buenas que destacar. Si a pesar de ello, ya no le encuentras emoción y sentido ir a trabajar, llegó el momento de decirle adiós.

8. No ves un futuro en tu empresa. Por más esfuerzo que hagas, si sientes que no escalarás más en tu organización, busca un lugar donde sí valorarán tu esfuerzo y conocimientos. No te quedes en un lugar donde siempre serás el eterno empleado que está bajo las órdenes de alguien.

9. No crees que puedes hacer otra cosa. La monotonía te ha llevado a pensar que no puedes hacer otra cosa a la que ya estabas acostumbrado en tu oficina. No creas que la rutina es lo mejor para una persona, pues tarde o temprano terminarás por odiar ese puesto. No dejes que pase el tiempo y cambia de trabajo ya.

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