Testigos narran el momento exacto en el que el asesino abandona e incinera el cuerpo de niña [VIDEO y FOTOS]

¡Terrible! El macabro asesinato de M.J.V.R, una niña de apenas 11 años, ha conmocionado al Perú entero. Y es que el cuerpo sin vida de la menor apareció muy cerca del cuarto que alquilaba el principal sospechoso de su muerte, César Augusto Alva Mendoza, el pasado viernes en San Juan de Lurigancho.

Los padres de Jimenita denunciaron su desaparición el jueves 1 de febrero, luego de que su padre la dejara en la puerta de la Comisaría de Canto Rey para que asistiera a sus talleres de vacaciones útiles. Nunca más la volvieron a ver con vida.

Un día después, la Policía encontró el cuerpo calcinado de Jimenita muy cerca de la casa de su supuesto asesino, César Augusto Alva Mendoza. Según la necropsia, la menor murió por estrangulación y presentó quemaduras en cara, cuerpo y pies, así como hematomas y excoriaciones en los miembros. Aún no está confirmado si hubo violación.

Los padres de Jimenita, hartos de no recibir ayuda en la Comisaría, decidieron investigar por cuenta propia. Es así que con la ayuda de los vecinos de San Juan de Lurigancho, consiguieron las imágenes de las cámaras de seguridad de la zona.

Allí se observa a la menor saliendo de la comisaría y siendo perseguida sigilosamente por un sujeto de gorra negra que pronto fue identificado como César Augusto Alva Mendoza. El clip se corta por unos segundos y luego se ve al sujeto y a la niña montados en una bicicleta.

Por su parte, vecinos contaron a la policía que la noche del jueves vieron un mototaxi rojo que merodeaba la zona. ‘Se percataron de que el vehículo llevaba un bulto. Eran como las 10 de la noche y la moto entró a un canchón, donde un hombre intentó bajar un costal, pero aparecieron varios muchachos y se fue', contó una vecina del distrito.

Asimismo, otro vecino narró que aproximadamente a las 4:20 de la madrugada del viernes vio que el mismo vehículo se estacionó fuera de la casa de César Augusto Alva Mendoza. Según el testigo, el sujeto arrojó un paquete y luego le prendió fuego. "Una mujer le gritó ‘apura, déjala ahí’", contó.

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