Katy Perry confesó cómo asumió la mala acogida de 'Witness', su último disco. En entrevista para la revista Vogue Australia, la cantante indicó que entró en una gran depresión e incluso habría intentado suicidarse.
Tras grandes éxitos musicales, el fracaso del último álbum de Katy Perry hizo que la cantante reflexionara sobre su vida y su trabajo en la industria de la música.
"Tuve ataques de depresión y mi corazón se rompió el año pasado porque, sin saberlo, puse mucha confianza en la reacción del público y este no respondió como yo esperaba", mencionó Katy Perry.
‘Witness’ debutó con el primer puesto en la famosa lista Billboard, pero los distintos singles que lo acompañaban no obtuvieron la mejor respuesta por parte del público. Katy Perry se sinceró y dijo que era “una prueba del universo”.
"Creo que el universo me está diciendo 'vale, tú siempre hablas en tus canciones sobre quererse a uno mismo y ser auténtico, pero te vamos a hacer pasar una prueba y a dejar sin apoyo. Así comprobarás cuanto te quieres a ti misma de verdad", manifestó Katy Perry.
"Creo que todos somos computadoras y en ocasiones adoptamos estos virus que empiezan a desarrollarse en nuestro comportamiento y en nuestras relaciones", agregó Katy Perry.
Tras este oscuro episodio en su vida, la cantante se sometió a terapias y se puso en manos de profesionales para superar su problema. Su principal medicina fue la meditación, práctica que según Katy Perry le dio “una nueva base para el alma”.