Este examen dura 20 minutos y no necesita de contraste (sustancia que se introduce en el cuerpo para observar mejor ciertos órganos).
Embarazo

La ecografía es algo más que la primera imagen que tendrás de tu bebé. Se trata de un procedimiento clave que identifica su estado, sexo y su evolución dentro del vientre materno, así como amenazas de aborto y anomalías fetales. No implica peligros, ya que no utiliza radiación. En un embarazo regular, el médico radiólogo Jorge Hurtado Rubio sugiere tres ecografías, una cada tres meses, y precisa para qué sirven.

Entre la semana 11 y 14 de gestación, para estimar algún riesgo fetal.
En este periodo, la ecografía identifica el número de embriones, los latidos cardiacos y la presencia de algunas complicaciones, como los hematomas retrocoriales, que alertan de una posible amenaza de aborto. Además se puede hallar alguna anomalía o defecto cromosómico, como el síndrome de Down.

Entre la semana 20 y 24, para identificar la anatomía fetal. Se aprecia el sexo del bebé y se efectúa un análisis detallado del cerebro, corazón, pulmón, hígado, vejiga, extremidades y columna vertebral. Asimismo, en este examen se detecta la presencia de ciertas anomalías como son labio leporino, espina bífida, hidrocefalias o malformaciones intestinales.

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