Thomas Müller, mediocampista del Bayern Munich, admitió en un mensaje a través de sus redes sociales que el penal que le dio al triunfo a su equipo ante Werder Bremen de el pasado miércoles en la semifinal de la Copa de Alemania fue un error arbitral, con lo que se retractó de lo que dijo inmediatamente después del partido.

"Durante el partido creí que había habido un empujón (contra Kingley Coman). Realmente hubo un empujón pero era demasiado poco para pitar un penal en esa situación", señaló el futbolista alemán en un mensaje de vídeo que tituló con "algo de distancia", difundido a través de su cuenta en Twitter.

Müller se refirió también a unas declaraciones después del partido de la Bundesliga contra el Fortuna Düsseldorf, que el Bayern ganó por 4-1, cuando dijo, con referencia a la pena máxima de la que salió el gol en contra, que si al Bayern le pitaban un penal así, él asumía el lanzamiento y tiraba el balón fuera.

"Naturalmente ahora me vuelve como un boomerang lo que dije después del partido contra el Düsseldorf. Lo siento, no quería parecer arrogante, no pretendo ser un apóstol de la moral. Pero antes de ponerme a hacer listas de lo que no debo decir en las entrevistas, prefiero disculparme cuando me equivoco", declaró.

Con respecto a las discusiones durante y después del partido contra el Bremen, Müller admitió que probablemente había incurrido en pequeñas provocaciones sin mala intención.

"Siempre defenderé los colores rojo y blanco y en momentos de emoción eso puede llevar a una que otra provocación. Lo siento, no hubo mala intención", destacó el jugador.

El Bayern Munich se impuso al Bremen por 2-3 con un gol de Müller y dos de Robert Lewandowski, uno de ellos el penal.

Thomas Müller fue sustituido en el minuto 89 y se demoró en dejar el campo, haciendo un rodeo para aplaudir a la afición del Bayern, lo que produjo reacciones airadas de los jugadores del Bremen. Al final, fue elegido mejor jugador del partido.

Con respecto al penal, la Federación Alemana de Fútbol ha admitido que la comunicación entre el árbitro central, Daniel Siebert, y el VAR, no funcionó como debería y que se debían haber revisado las imágenes de vídeo.

Siebert sancionó el penalti porque creyó percibir un contacto con el pie que habría producido la caída de Coman en el área.

Los encargados del VAR, en cambio, vieron un contacto del brazo del defensa Theodor Gebre Selassie con la espalda de Coman y pensaron que ese contacto era lo que había llevado a Siebert a sancionar la pena máxima.

Fuente: EFE

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