Un técnico arma un grupo humano, desarrolla un plan de trabajo, planifica una estrategia, pero si es entrenador de , también debe oficiar de conciliador. El plantel está dividido: hay tres grupos bien marcados que no le hacen bien al equipo. Los jóvenes, con como referente. 

El otro es de más recorrido y trayectoria, y donde es el abanderado. El último es de los uruguayos que miran de costado sin opinar y comparten con todos sin tomar partido por alguno en Alianza Lima.

El DT Pablo Bengoechea, conocedor del tema, ha decidido tomar el toro por las astas. Reunió a Óscar Vílchez y Rinaldo Cruzado para que ‘face to face’ aclaren los problemas que los hacen estar en veredas distintas. Además, para que comprendan que Alianza Lima los necesita unidos. 

Trascendió que ambos se habrían dado la mano para tranquilizar al profesor. En las siguientes horas, recién se sabrá si el amiste fue de corazón. Eso sí, el domingo ante Municipal, ninguno será titular en Alianza Lima.

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