La nostalgia por momentos felices atrapó a todos los hinchas de de los cerveceros con de Argentina en la. De inmediato los cibernautas empezaron a recordar aquel día de 1997 en el que el cuadro rimense le dio un verdadero ‘baile’ al cuadro rioplatense.

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Los celestes al mando de Sergio Markarián y con Roberto Mosquera, como asistente técnico, habían sorteado numerosos obstáculos para llegar a las semifinales de la Copa Libertadores. Racing Club, tenía entre sus filas a jugadores que estaban en su mejor momento como los argentinos Martín Vilallonga y Carlos Galván, quienes luego jugarían en el fútbol peruano.

Ese equipo liderado por Pedro Garay, donde también brillaban Jorge Soto y Nolberto Solano, cayó en su visita ante la “Academia”, en Avellaneda, por un apretado 3-2. Los goles del cuadro bajopontino fueron obra del ‘Camello’ y del ‘Pelado’ Luis Bonnet quien llegó a ser ídolo de los cerveceros. El rival fue contundente con goles de Vilallonga y un doblete de Úbeda.

La esperada revancha llegó un 30 de julio de 1997, las banderas del Perú aún adornaban las fachadas de las casas y en ese mes de la patria fue el brasileño de corazón peruano, Julinho, quien se robó el show en una noche de ensueño.

El brasileño se encargó de ‘Jubilar’ a un experimentado Carlos Mac Allister, quien nunca pudo detener Julinho. Este ‘le rompió la cintura’ y con sucesivos amagues que desestabilizó a la zaga argentina y logró habilitar a Luis Bonnet que anotó el primero. Luego Julio Rivera en un momento de inspiración anotó uno de los mejores goles de su carrera.

Nuevamente Luis Bonet pondría el tercero, de cabeza, y Nolberto Solano con un soberbio tiro libre se encargaría de cerrar la noche (4-1 ) que puso a Sporting Cristal en la final de la Copa Libertadores ’97.

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Cuando tenía 8 años le dije a mi papá: ‘voy a ser jugador de fútbol y voy a jugar la final de la Copa Libertadores’. En la semana de la semifinal de 1997, mi papa falleció. Fue un momento muy duro para mí. Pero al final me acordé de algo. Yo tenía un compromiso con la Raza Celeste y Sporting Cristal”, recuerda Julinho sobre su inspiración esa noche en el Nacional.

Para Luis Bonnet eso momentos también fueron inolvidables. “Jugué algunos partidos en la primera etapa del torneo, y mi primer gol lo hice ante el Cruzeiro en Bello Horizonte, sin imaginar que sería nuestro rival en la gran final. Después de esas semifinales cuando volví a Argentina la gente de Independiente me felicitaba por haber dejado fuera a Racing”, recordó.

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