No lo podían detener ni tres hombres juntos. Se había vuelto ‘Loco’. A no le gusta perder y lo dejó claro a todos en el vestuario de

La en Universitario 2-1, en Huancayo, despertó la ira de Juan Manuel Vargas, quien desató toda su bronca e impotencia por este nuevo revés del equipo.

Primero fue camino al vestuario y luego en el mismo camarín. Hasta el propio Hernán Rengifo tuvo un serio roce con el volante durante el trámite del partido. Sobre el pitazo final, Juan Manuel Vargas estaba pasado de revoluciones y Mauro Cantoro, asistente técnico, trató de calmarlo, pero nada parecía sosegarlo hasta que llegó a los vestuarios de Universitario.

Allí estuvo lo peor. Empezaron los reproches. Los jugadores se encerraron a solas, sin la presencia del entrenador José Carranza ni de los miembros del comando técnico de Universitario. Hubo de todo, reclamos, insultos, en las que Juan Manuel Vargas tuvo que ser contenido más de una vez por sus colegas para que la sangre no llegue al río, ya que el cruce de palabras con otros compañeros fue bastante caliente.

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