para solo ha significado sonrisas, alegrías y festejos para la leyenda. Pero el hombre, el padre de familia, el esposo, el hijo, el inmigrante argentino en, ayer se quebró escuchando el relato de Hernán Casciari, un escritor argentino, fue testigo de su carrera en Cataluña y contó un extracto del cuento, ‘La Valija de Lionel’ que provocó que el campeón del mundo le enviara un mensaje difícil de olvidar.

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Andy Kusnetzoff, conductor del programa ‘Perros de la Calle’ se encargó de presentar el audio y también se conmovió por el momento que generó Hernán Casciari en el seno de la familia de la ‘Pulga’ y pidió al escritor que se conecte para que escuche la reacción del ‘10′.

Anto me mostró lo de Hernán. Lo que escribió, como lo contó. Fue impresionante, nos pusimos a llorar los dos, porque es algo muy cierto. Quería mandarle un saludo, agradecerle y decirle que lo escuchamos, nos emocionamos y quería que lo sepa. Les mando un abrazo grande”, expresó Lionel Messi conmoviendo a todos en el set de radio ‘Urbana Play’.

El cuento que quebró a Lionel Messi

La mañana de miércoles, Hernán Casciari, contó a amanera de exclusiva un extracto del cuento, “La valija de Lionel”, que publicará en los próximos en la Revista Orsai y que fue inspirada en los primeros años del jugador en Barcelona hasta convertirse en el campeón del mundo.

Yo me acuerdo que los sábados del 2003. A la mañana. En el canal TV3 de Cataluña, se transmitía en directo los partidos de las inferiores del Barcelona. Los sábados a las 11:30 y los domingos a las 9:30. En los chats de argentinos emigrados se repetían dos preguntas: ¿Cómo hacemos dulce de leche hirviendo latas de leche condensada? y ¿A qué hora juega el chico rosarino de 15 años que hacía goles todos los partidos?”, inició su relató.

En la temporada 2003-2004, Lionel Messi jugó 37 partidos y convirtió 35 goles: el rating matutino de la TV catalana, esos sábados, superó al nocturno. Mucha gente empezaba a hablar de este nene. En las peluquerías, en los bares y en las tribunas del Camp Nou. El único que no hablaba era él”, prosiguió con su historia.

“El chico nunca cambió su forma de hablar”

En las entrevistas post partido, todas las preguntas las respondía con un sí o con un no. A veces decía ‘gracia’ y después bajaba la vista, no hablaba mucho. Los argentinos emigrados hubiéramos preferido a un charlatán, pero había algo bueno cuando por fin hilvanaba una frase más o menos larga, se comía todas las ‘eses’ y decía ful en lugar de falta. Descubrimos, con alivio, que era de los nuestros, de los que teníamos la valija sin guardar…”, añadió.

En esa época había dos clases de inmigrantes en Barcelona: los que guardaban la valija en el ropero, ni bien llegaban a España, decían ‘vale’, ‘tío’ y ‘hostias’. Y los que teníamos la valija sin guardar manteníamos las costumbres, como por ejemplo el mate o el yeísmo. Messi se convirtió en el 10 indiscutido del Barça. Llegaron las Ligas, las Copas del Rey y las Champions. Y tanto él como nosotros, los inmigrantes, supimos que el acento era, de todas las cosas, lo más difícil de mantener. A todos nos costaba mucho seguir diciendo gambeta en vez de regate, pero al mismo tiempo sabíamos que era nuestra trinchera final y Messi fue nuestro líder en esa batalla. El chico, aquel que no hablaba, nos mantenía viva la forma de hablar”, continuó.

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Cuando empezaron a llegar los insultos desde Argentina no lo podíamos entender. Pecho frío. Solamente te importa la plata. Quédate allá. No sentís la camiseta. Sos gallego, no argentino. Si alguna vez renunciaste, pensalo otra vez. Mercenario. Viví quince años lejos de Argentina, y no se me ocurre pesadilla más espantosa que escuchar voces de desprecio que llegan del lugar que más querés en el mundo. Ni dolor más insoportable que oír, en la voz de tu hijo, la frase que escuchó Messi de su hijo Thiago: ‘Papá, ¿por qué te matan en Argentina?”, dijo con la voz completamente quebrada.

Lionel Messi junto a su esposa luego de ganar la Copa del Mundo (Foto: Antonella Roccuzzo / Instagram)
Lionel Messi junto a su esposa luego de ganar la Copa del Mundo (Foto: Antonella Roccuzzo / Instagram)

“Cuando renució fue un alivio”

La renuncia de Messi a la Selección Argentina fue casi un alivio para nosotros, los inmigrantes. No podíamos verlo sufrir así. Ahí ocurre, creo yo, el hecho más insólito del fútbol moderno: Un chico de quince años le escribió una carta por Facebook que terminaba diciendo: ‘Pensá en quedarte. Pero quedate para divertirte, que es lo que esta gente te quiere quitar’. Siete años después, Enzo Fernández, el autor de la carta, resultó el jugador revelación del Mundial de Lionel Messi”, contó con sorpresa.

Al volver, ganó todo lo que le faltaba y cerró las bocas de sus detractores. Aunque algunos lo encontraron ‘por primera vez vulgar’ frente a un micrófono. Fue cuando dijo: ‘Qué mirá’, bobo, andá payá'. Para nosotros, los que vigilamos su acento durante quince años, fue una frase perfecta, porque se comió todas las eses y su yeísmo sigue intacto”, añadió.

Ahora algunos inmigrantes ya volvimos; otros se quedaron. Y todos disfrutamos ver a Messi volver a casa con la Copa del Mundo en su valija sin guardar. Y ayer, como cada año, Messi volvió de Europa para pasar la Navidad con su familia en Rosario, para saludar a sus vecinos. Sus costumbres no cambian. Lo único que cambia es lo que nos trajo en la valija”, finalizó Hernán Casciari.


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