ENEMIGOS ÍNTIMOS

‘Los íntimos de La Victoria’. Así se conoce a en el Perú y a nivel internacional. Alejandro Villanueva, ‘Perico’ León, Hugo Sotil, ‘Pitín’ Zegarra, Téofilo Cubillas, César Cueto, Jaime Duarte, ‘Potrillo’ Escobar, Gonzales Ganoza, ‘Vitito’ Reyes, Waldir Sáenz, entre otros, con alegría, picardía, calidad y solidaridad, se encargaron de grabar en una ‘placa de bronce’ en la puerta del vestuario: SOMOS UNA FAMILIA. Un club especial. Con gente distinta. Aquí relató tres ejemplos de cómo te ganas al palomilla, al salsero, al juguetón y, sobre todo, a la persona.

El DT Iván Brzic cambió su ‘Car’e piedra’ por la de buenito en el 94-95. El serbio quería cumplir su contrato y debía ceder, adaptarse a la idiosincrasia y filosofía del barrio. Tenía fama de duro e intransigente con la disciplina, pero supo llegar al jugador. Un día, previo a un clásico, reunió a un goleador histórico y un volante de marca con nariz de boxeador. “Salgan por la noche, chupen lo que quieran, pero los puntos se quedan en casa”. El 6-3 a Universitario quedó para la joda al ‘compadre’. Clasificó a la Copa Libertadores. Lo repatriaron de Europa en el 2001.

Caso II.- El entrenador Gustavo Costas creció en Racing, mataperreó en Avellaneda, una zona popular de la Argentina. Vivo como todo argentino. Se compenetró con el grupo de forma inmediata. Bicampeón con la blanquiazul (2003 y 2004). Aquí lo recuerda un volante con voz de pito. “Una noche ganamos y quedamos concentrados, pero yo tenía un plancito que no podía perderme. Me acerqué al ‘profe’ y le dije si podía salir hasta las tres de la madrugada. Pensé que me iba a mandar a la m…, pero no”. Siguió con la anécdota. “Me cogió de la cabeza como un hijo y me autorizó la escapadita: ‘Anda, pero vuelve a las 8 de la mañana, porque no te vaya a pasar algo por la carretera. Cumples, descansas bien y llegas relajado a tomar desayuno con el grupo’. Yo era vago para correr, pero por un tipo así planchaba hasta con la cara”.

Caso III.- El brasileño y mundialista Gil es único. Amante de la noche en su época de jugador. Conocía la debilidad de sus pupilos por el vacilón. Los domingos llamaba a un utilero y le pedía que indague el paradero de los chicos para caerles por sorpresa después del partido. Una vez, en el ‘Eco Latino’, en una mesa, estaba el técnico con dos chicas y una caja de cerveza a sus pies. Todos se acercaron a saludarlo y se controlaron con el trago. El martes, el DT reunió al grupo: “Lo que vieron es parte de mi trabajo, por mí los hubiese llevado a cada uno a su casa, pero eran muchos. Solo hay un problema, yo ya no vivo de mi físico, ustedes sí, así que a cuidarse un poco más o busquen un sitio que no conozca”. Su sinceridad, sus consejos, le dieron el subcampeonato el 96’.

Hoy, en Matute se pelean en la cancha. Hay tres bandos en la interna y no se identifican con el técnico. Dos blancos dominan el camarín y la hinchada putea al equipo. Destornillaron la placa de FAMILIA.

UN CHILENO QUE AMA A UN ‘CHOLO’

La bandera de la humildad, de la calidad, de la nobleza, de la bondad. En los archivos de las redacciones, hay rumas de crónicas y fotos donde cuentan de las memorables actuaciones de Hugo Sotil. Un 20 de otro planeta en los 70’. En las videotecas, hay imágenes de su doble salto, de sus gambetas, de sus golazos, de sus bailes a estrellas mundiales, de sus vueltas olímpicas. Pero las verdaderas historias la saben sus carnales. Recientemente nos visitó Carlos Caszely para el homenaje al genial César Cueto y lo primero que hizo es preguntar: ‘¿Dónde está el Cholo’. El goleador y hoy comentarista de televisión lo definió: “Crack de cracks. Su primer año en Barcelona simplemente espectacular, yo estaba con el Levante en Segunda, pero veía sus partidos. No podría decir que fue mejor que Cruyff, pero esa temporada no tuvo nada que envidiarle”. Y no se detuvo en contar dos detalles que pintan de cuerpo entero al maestro.

“Nos conocíamos de los Perú-Chile, siempre nos caímos bien y hubo química. Por eso cuando llegué al Espanyol lo busqué y salimos varias veces. La primera vez a comer cebiche y me citó en un local peruano. Llegué antes de la hora señalada y al rato se apareció con diez amigos. Me contó que esos señores eran de Lima invitados por él. No me dejaba pagar, yo le decía guarda tu plata hue… y me contestaba hay que disfrutar”.

El ‘9’, ídolo de los chilenos, lo quiere y respeta: “Cuando se compró el Ferrari le dije tú estás loco y me respondió: ‘Si Cruyff tiene uno, por qué yo que soy su compadre no puedo tener uno así’. Si hubiese guardado un poco, hoy sería millonario. Iba en su Ferrari y atrás, misma escolta, dos carros más. Cómo ayudaba a la gente. Me presentó a su compadre Cruyff, con el holandés jugábamos al tenis, pero el ‘Cholo’ no iba, decía que era un deporte de ricos”. Un ‘Cholo’ irrepetible. Balón de oro como jugador y persona.

Si te interesó lo que acabas de leer, puedes seguir nuestras últimas publicaciones por , , y puedes suscribirte a nuestro newsletter.

NOTICIAS SUGERIDAS

Contenido GEC