Las mil y una de Ruckelly: Cuando 'Panadero' Díaz cuadró a Puchungo Yáñez

‘PANADERO’ DURMIÓ CON ‘PUCHUNGO’

El fútbol es maravilloso, caprichoso. Y los galones se respetan como en la vida militar. En un entrenamiento, en un estadio, en el día a día, no te mandan a ranear ni que te cortes el pelo a coquito. Allí, en el planeta en forma de balón, la jerarquía es un grado que te lo ganas con liderazgo, calidad y ejemplo. Aquí les relato una anécdota seria-jocosa que sería prudente que los ‘agrandados’ la lean. Esos que visten a la moda, con aretitos en las dos orejas, que manejan autos último modelo y que en su ‘vitrina’ personal solo tienen copas de cerveza, vino, ron y whisky. Ninguna réplica de Copa Libertadores, Champions o títulos de su liga. A un mundialista poco se le puede decir o contradecir cuando es un señor de señores.

Alfonso Yáñez coincidió con Rubén Toribio Díaz, hace algunos años, en un clásico master amistoso en Miami, donde conoció los códigos del ‘Panadero’. En el lobby de la concentración, ‘Puchungo’ le dijo a su compadre ‘Balán’ para dormir en la misma habitación, ya que por la noche tenían que salir en ‘dupleta’, pues había una cita con unas amigas que los llevarían a los sitios más concurridos y ‘fichos’. En ese instante, el excentral de las selecciones cogió del hombro al chalaco y lo sorprendió: ‘Tú concentras conmigo y Andrés con Chumpitaz’. Luego de la cena, el volante se duchó y ‘disfrazó’ con lo mejor de su equipaje para irse de rumba. Pero jamás pensó que lo iban a ‘cuadrar’ en la puerta del cuarto: ‘Dónde crees que vas, hay que dormir’. La respuesta fue en automático: ‘Tío, un rato nomás, las chicas están en la recepción’.

El maestro lo miró fijamente a los ojos y lo zamaqueó: ‘Tú estás hue…, mañana quiero ganar, así que no sales a ningún lado, te doy cinco minutos para que bajes, soluciones el tema y, si no regresas, te saco la m…’. El flaco se metió al ascensor, bajó y allí estaban sentaditas, fresquitas y bien ricas, una conductora de televisión y una ex reina de belleza. Una rubia y una morocha. Les explicó lo que ocurría y ellas lo cargaron: ‘Acaso ese viejo es tu papá, ya estás grandecito para que te ordenen’. ‘Puchungo’ respiró profundo y las despachó: ‘Es un grande de grandes y debo hacerle caso’. Pero el bichito o gusano de la tentación, del placer, lo tenía inquieto, así que una idea pasó por su cabeza y se acostó solapa. ‘Hasta mañana, tío, se salió con la suya’, se despidió molesto. Cuando ‘Panadero’ empezó a roncar y parecía que dormía como un bebito, el veterano le sacó la manta de su cama y lo encontró vestido y listito para escapar.

“Tú crees que soy coj…, por algo no jugué con Hugo Sotil y otros angelitos, ahora por vivo cobras”, gritó el chorrillano y le metió dos puñetes. Al día siguiente, la ‘U’ ganó 2-0 con goles de Juan Carlos Oblitas. Post partido, ‘Panadero’ se acercó donde su amigo: “Ahora puedes salir todo lo que quieras, en estos dos días libres no te quiero volver a ver en el hotel, como te encuentre vuelves a cobrar”. Qué lección de vida de un líder, de un caudillo. Disciplina hasta en el retiro, en un amistoso cualquiera. En la actualidad, los seleccionados se amanecen en plena Eliminatoria, llegan tarde, con tufo y un jugador maneja el camarín. Con un capitán que alcahuetea y todo le es indiferente. Te extrañamos ‘Panadero’, a ti también Chumpi.

POR UN CACHITO, CASI ABOLLAN A PARTIDOR

Cruzar la línea trae consecuencias. Es una pista, te ponen papeleta. En la vida, terminas en la cárcel. Hay un ex 10 que perdió la tranquilidad emocional en el mejor momento de su carrera y se vio afectado en su ego, en su orgullo de hombre. Peleaba por clasificar a un Mundial con Perú y su nombre y apellido sonaba en las gerencias deportivas de los top de América y Europa. Estaba en México y se enteró que había un ‘terremoto’ en su casa, que le movían el piso. El causante un balserito, un cubano. Entonces decidió dar un escarmiento al partidor. Llamó a un colega pintoresco para un ‘trabajito’ especial y que sería remunerado: “Tampoco hay que exagerar, solo asústalo”.

Fue la orden a su amigo también ya retirado y con contactos en los barrios peligrosos de la capital. El ‘Negociador’ pidió un adelanto porque estaba ‘aguja’ y recibió una buena suma que se completaría cuando la ‘chamba’ acabe. Es por eso que tercerizó la ‘llamada de atención’ porque lo suyo no es el abuso. Se comunicó con un integrante de España 82 por sus conocidos en el Callao y además porque se hicieron ‘brothers’ en Eternit. “Tío, hay una buena chamba y el billete es bueno, solo hay que meterle un cocacho a un vivo que quiere atrasar a un pata con su esposa”, sugirió el ‘contratista’. El veterano zaguero se enojó con la proposición.

“Sobrino, usted se ha equivocado conmigo, no confunda calle con maldad, con delincuencia. Dígale al cornudo que aclare el problema con su mujer porque la culpa no es del galán, es de ella que le dio un sajiro. O me va a decir que la obligó con una pistola, así que ya sabe. Se da media vuelta, regrese por donde vino y le da el mensaje a ese sonso que podrá ser un crack, pero no sabe hacerse respetar. Por esta payasada los dos se pueden ir a su río. No es broma”. El nexo se quedó helado y entendió que tenía razón.

Pasaron los días y el ‘adornado’ preguntó: ¿cómo iba la gestión? y su chacal le contó la verdad y que había patinado: “Está bien, voy a arreglar esto de otra manera, por lo sano, ahora devuélveme mi plata”, señaló el traicionado por su señora. El intermediario, que se había gastado la ‘cuota inicial’, se justificó con una versión creíble. “Esos chicos malos te cobran hasta por sentarte a hablar”. No hubo tiempo para reclamos, pero sí para arrepentimiento. El afectado recapacitó, se divorció y hoy es feliz con su nueva familia. El intermediario sigue haciendo reír con sus ocurrencias y el mundialista escueleando a los amigos y jóvenes. Nunca dejes que la ira te haga cruzar la línea.

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