(USI)
Selección peruana

El mismo entrenador, el mismo equipo, la misma pasión e igual aliento. La  está de regreso tal y como la vimos hace poco más de dos meses en Rusia 2018: sin retoques, sin muchas caras nuevas, con algunos llamados de que dividen opiniones y un juego que debería empezar a encontrar nuevos caminos. Este jueves ante Holanda y el domingo contra Alemania empieza la nueva historia de la Blanquirroja.

Al frente sigue Ricardo Gareca quien "pidió tiempo" para pensar su renovación y tuvo a muchos al borde del colapso, para pasar a ganar aproximadamente casi 3 millones 750 mil dólares, el triple de lo que percibía y el segundo sueldo más alto (solo por delante del brasileño Tite) de los entrenadores de selecciones en Sudamérica. El DT de la selección peruana cobra cuatro veces más que el subcampeón del mundo, el croata Zlatko Dalic. A título personal y con ese buen ofrecimiento monetario, se debió ir por un técnico de mayor nivel, como Gerardo 'Tata' Martino.

En la cancha estará el mismo equipo que usted siempre ha visto y allí podría acentuarse una crítica al seleccionador que incluso tendría al central Alberto Rodríguez "aún en el radar de las convocatorias", pese que este tuvo un desastroso paso por Junior y no juega hace meses. Gareca ha modificado muy poco sus llamados a diferencia de Argentina, México, Chile y otras selecciones que empezaron a variar en sus planteles. 

Para el arco, Ricardo Gareca llamó a Patricio Álvarez (Cristal) y no a Alejandro Duarte (Lobos BUAP) de mucho mejor rendimiento que el celeste. Si el motivo es que Duarte no tiene continuidad esta razón perdería fuerza por los llamados de Miguel Trauco (no juega en Flamengo) o Edison Flores (recién cambió de club). En tanto, el lateral Johan Madrid ha tenido un nivel por debajo, por ejemplo, de Aldair Salazar (Municipal) y sin embargo está hoy con el buzo de la selección peruana en Europa. 

La extraña convocatoria del nacionalizado Horacio Calcaterra ha sido llevada al plano de la xenofobia por los defensores a ultranza de las decisiones de Ricardo Gareca. Lo que sí es es cierto, y sin pedir goleadas a favor en estos amistosos, es que Perú debe evolucionar su juego, mostrar cosas distintas más allá de ir por los extremos o la tenencia inútil de la pelota. El correr y correr de Luis Advíncula tampoco está para llevarlo al éxito y en Rusia quedó demostrado. 

"En el Mundial se vio al equipo que le faltaba algo de profundidad, también gente con gol", dijo correctamente Cristian Benavente al diario AS. Quizás el fanatismo, el agradecimiento excesivo o el "porque yo creo en ti" hoy siguen con el tanque de combustible lleno. Pero cuidado, porque en las próximas eliminatorias quizá no haya un TAS que ayude o rivales que tropiecen. El fútbol evoluciona, no vale quedarnos en una pequeña sonrisa. 

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