¿Sabías que un tercio de hombres y mujeres en el mundo presentan en algún momento de su vida una ? Y las cifras no mienten: un 40% del total de las infecciones intrahospitalarias son del tracto urinario superior a inferior.

Asimismo, un 15% de la medicación que se obtiene fuera de los hospitales corresponden a medicamentos para tratar este tipo de enfermedades urológicas que a la larga afectan la salud de las personas.

En esta nueva edición de , nos habla acerca de las infecciones urinarias y del riesgo de la automedicación, una práctica que se ha vuelto algo muy común en el Perú.

¿Qué es una infección urinaria?
La infección del tracto urinario es básicamente la consecuencia patológica de la colonización de bacterias en el tracto urinario, desde el riñón hasta los genitales, las vías colectoras, la vejiga, la próstata –en el caso de los varones– y el tracto urogenital.

Este mal genera un gran contexto de enfermedades cuya variable en común es la presentación de , es decir bacterias dentro del tracto urinario con una sintomatología que puede ir siendo distinta dependiendo en qué nivel esté esta infección.

¿Qué tan frecuentes son las infecciones urinarias? ¿Traen dolor?
En realidad el dolor no es su principal sintomatología ya que las infecciones urinarias se dividen en altas y bajas. Normalmente las bajas son muy miccionales, es decir, hay ardor al orinar, uno va frecuentemente al baño o a veces queda la sensación incompleta de orinar.

Todo esto es básicamente la sintomatología irritativa del tracto urinario inferior pero cuando ya la infección involucra, por ejemplo, a los riñones, sí se puede presentar dolor pero principalmente fiebre, malestar porque predomina la implicancia sistémica.

¿Una infección urinaria trae consecuencias?
Por supuesto. Las consecuencias pueden ser muy serias si la infección, por ejemplo, se hace sistémica, entonces se habla de una sepsis que pone en riesgo la vida de la persona pero también empobrece su calidad de vida.

¿En qué sentido? Pues la persona que constantemente está con ardor y molestias, que tiene infecciones crónicas (la cístitis y prostatitis crónica, por ejemplo), si bien no llegan a ser consideradas graves puede lastimar seriamente la calidad de vida de una persona.

¿Cuál es el tratamiento a seguir?
El tratamiento es un aspecto que va a estar medituado al lugar donde la infección urinaria se limita. El diagnóstico es clave. No es lo mismo diagnosticar una infección en el riñón o una pilonefritis que una cístitis o una prostatitis, por ejemplo.

Aquí también entra a tallar el tema de la automedicación, que es una tentación en el Perú. Uno va al farmacéutico para tomarse un antibiótico que a veces no es el elegible para el germen de esa área de nuestra infección y entonces trae consecuencias nefastas para la salud.

Se sugiere al paciente que no se automedique porque puede traer consecuencias de malos tratamientos y de que la infección urinaria que padece se convierta en crónica. Así que mucho cuidado.

Recomendación final
En conclusión, todos somos conscientes del sistema sanitario deficiente que existe en nuestro país y la tentación de la automedicación está a la vuelta de la esquina pero el riesgo de automedicarse es alto.

No solamente porque la enfermedad urinaria se puede agravar o complicar sino que se puede hacer crónica. Una mala elección de un medicamento, de un antibiótico en este caso, o de una sobreexposición de los mismos puede traer consecuencias nefastas para la salud de una persona.

Así que ya sabes, si presentas dolor lumbar, fiebre, tienes molestias para orinar como ardor o vas al baño frecuentemente, visita a tu médico porque con la salud no se juega. Te lo recomienda el Doctor Trome.

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