El ataque a Angie Jibaja

Mi amigo, el fotógrafo Gary, me contó que cubrió el tiroteo en la clínica San Pablo, donde la modelo Angie Jibaja fue ingresada de emergencia por herida de bala. Un hombre de 75 años, Ricardo Márquez, que dicen sería su pareja, le había disparado en su casa, y luego atacó a tiros a los policías que llegaron al centro médico para indagar. “María, lo primero que recibimos en el periódico fue el dato de una balacera en la clínica de Surco, alrededor de las 7 de la noche del último viernes. De inmediato nos dirigimos al lugar y quedé impactado cuando un detective me confirmó que ‘La chica de los tatuajes’ era una de las víctimas.

Me dio pena, porque nuevamente Angie se veía envuelta en un hecho grave que, esta vez, pudo costarle la vida. El atacante, que también resultó herido, debe recibir todo el peso de la ley. No solo baleó a la modelo, también a dos policías. La primera vez que oí de ‘La chinita’, como también llaman a Angie, fue hace muchos años, durante el gobierno de Fujimori, cuando era una chiquilla. Se le involucró en esa época con un hombre mucho mayor que ella y que estaba metido en la compra de ciertos diarios. A partir de ahí, la modelo se vio envuelta en numerosos escándalos y era costumbre verla en televisión pasada de copas.

En el año 2000, cuando era una veinteañera, quedó detenida dos semanas en la Dinandro por supuestos nexos con un narco, pero al final salió libre. El 2008 fue sentenciada a dos años de cárcel por cortarle la cara a una chica en una discoteca, pero estuvo encerrada solo tres meses en ‘Santa Mónica’. Por eso decía que lo que está pasando Angie es terrible, sobre todo porque tiene dos hijos chiquitos que la necesitan y cuya custodia perdió por sus múltiples problemas.

Ojalá supere este difícil momento y pueda dejar atrás todo lo malo, para que vuelva al lado de sus pequeños a cuidarlos y amarlos. Al ver este caso, creo que quienes somos padres debemos hablar claramente con nuestros hijos, desde pequeños. Eso quiere decir que es tan importante educarlos con disciplina como darles mucho amor y hablar siempre con ellos para que entiendan los peligros de la vida. Deben tener clarito que todas las decisiones que tomen tendrán consecuencias sobre su vida.

Hay que hacerles ver lo determinante que es saber elegir a las amistades y formarlos en una cultura de la valoración al trabajo, para el que deben ser organizados y perseverantes. En estos días en que estamos en cuarentena, hay que establecer horarios para los chicos en el hogar y hacer que lo respeten. Deben levantarse temprano, digamos que a las 8 de la mañana, tender la cama, asearse, desayunar, estudiar, ayudar en los quehaceres domésticos, hacer deportes, volver a estudiar, cenar y acostarse temprano, alrededor de las 8 de la noche. No hay que dejarlos todo el día frente al televisor o el celular. Recordemos lo que dijo San Agustín: ‘La ociosidad camina con lentitud, por eso todos los vicios la alcanzan’”. Gary tiene razón. Me voy, cuídense.