Jercy Gutiérrez marca la moda con ‘Evolet’.
Emprende Trome: Jercy Gutiérrez nos habla de su marca de moda ‘Evolet’ [ENTREVISTA Y VIDEO] - 1

Hace algunos años, un diseñador peruano sorprendió con sus colecciones sobrias y elegantes en el Lif Week. Se trata de Jercy Gutiérrez, un ayacuchano que por la destrucción que ocasionó el terrorismo, tuvo que huir junto a su familia a Lurín. Desde niño siempre le gustó trabajar, vendió chupetes y también se ganaba algunas propinas en cebicherías de la zona.

Jercy, tú naciste en Ayacucho…

Yo nací en Vilcashuamán, una ciudadela inca a tres horas de Huamanga, mis padres fueron ganaderos, pero el terrorismo nos dejó sin nada y tuvimos que emigrar a Lurín cuando aún era todo un arenal. Yo aún tenía 7 años y recuerdo que pasaba mucho tiempo mirando al mar, porque me daba tranquilidad.

¿Es verdad que tus padres se molestaban contigo porque te escapabas para trabajar en las cebicherías de la zona?

No solo trabajé en eso, cuando tenía 8 años ayudaba a vender chupetes a un amigo. Cuando tuve 12, iba a trabajar a las cebicherías que estaban cerca, pues yo vivía en ‘Los Pulpos’, siempre he pensado que tener algo de dinero en el bolsillo te da independencia.

¿Cuando estabas en el colegio tenías pensado ser diseñador de modas?

No, eso vino después. Yo quería una profesión como comunicador o abogado.

¿Qué estudiaste?

Cuando terminé la escuela en Ayacucho, postulé para una beca y con ella pude estudiar la carrera de turismo y aviación comercial. Ya en Francia logré tener una formación de marketing de lujo por unos trabajos que hice allá.

¿Por qué deseabas tanto ir a vivir a Francia?

Siempre imaginé vivir en París, creo que César Vallejo fue el culpable de esto, porque leí todas sus poesías desde que yo era niño. César Vallejo fue el que me metió el ‘bichito’ del ‘Viejo Continente’.

¿Cómo así cumples el sueño de irte a ese país?

Tenía unos ahorros y al cumplir 17 años decidí viajar, mis papeles no estaban en regla, es por eso que decidí recorrer todo Europa. Llegué a Alemania, Holanda, Bélgica y me quedé en Francia.

¿Cuál fue tu primer trabajo?

Vi un anuncio donde necesitaban a un cocinero que sepa de comida latinoamericana. Yo conocía el tema, porque tuve mi local en ‘El Silencio’ y sabía de varios platos. Así que trabajé en el restaurante ‘Cuba Libre’, al sur de Francia, en San Rafael. No hablaba mucho francés, el salario fue bueno y no me pedían papeles.

¿Cómo es que de cocinero pasas a la moda?

Dejé el anterior trabajo porque estaba en un pueblo alejado de la ciudad y necesitaba la bulla. En esos días que iba a cafés y museos en París conocí a gente importante, mi primera experiencia en moda fue trabajar en ‘Zara’ cuando aún era pequeña. Luego ingresé al grupo ‘Barbara Bui’ que pedía reestructurar ‘Kabuki’, la misma que tenía tres multimarcas muy especiales, con conceptos para los burgueses franceses, ahí aprendí ese universo amplio de ‘Dior’, ‘Prada’, ‘Gucci’.

¿Qué estilo te gusta más?

Me encanta el estilo francés por su sobriedad, delicadeza, nada pretencioso, sino básico y bonito.

¿Estudiaste diseño de moda?

No. Soy director creativo, soy quien da las ideas en ‘Evolet’, trabajo con un equipo que me ayuda, comparto las vivencias y triunfos con ellos.

¿Por qué decidiste regresar a Perú?

Yo regresaba a Perú cada cierto tiempo, y en uno de los viajes que hice gracias a Titi Giuilfo al Cusco, me volví a encontrar conmigo mismo. La moda es bonita, pero es frívola y el hecho de trabajar en casas como ‘Prada’, ‘Barbara Bui’ te cambia la visión… París me dio todo lo que sé, pero fue drástico conmigo. Regresé a París y renuncié.

¿Qué fue lo primero que hiciste en Perú?

Quise montar un showroom de alpaca y veía que no se podía hacer nada en particular, porque todos se copiaban. Mi hermana tenía la marca ‘Evolet’, empezamos con cosas de cuero hasta llegar a lo que tenemos ahora.

¿Por qué ese nombre?

Lo puso mi hermana, ‘Evolet’ significa ‘Diosa para el futuro’.

¿Qué los diferencia de otras marcas?

Esta es una marca de lujo democrático, porque hay prendas de calidad que se exhiben con mucho respeto y precios razonables. Son prendas hechas con mano de obra peruana. La gran diferencia es que hacemos 15 piezas elaboradas por una sola persona.

¿Con cuánto capital te iniciaste?

Una cochera, tres máquinas, un caballete, una mesa y la mano de obra de tres.

¿Público objetivo?

Está abierto a todos. Este producto no tiene nada que envidiar a ‘Carolina Herrera’ ni a ‘Dior’, la calidad de mi confección es mejor que la de ellos. Con mi experiencia tuve mucha ropa que desarmé y llegar al punto donde estamos.

¿Cuántas tiendas tienes?

Tenemos una tienda en Schell ,en Chacarilla y un atelier en Paseo de la República para novios.

¿Qué características debe tener un joven que quiere ser diseñador?

Tiene que tener hambre de querer descubrir, ser muy curioso, es la fuente principal para la creatividad, como la ambición es el combustible para el triunfo y el éxito.

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