Francisco Quispe: "Trabajé desde de niño como ambulante".
Francisco Quispe: "Trabajé desde de niño como ambulante".

Trabajó desde muy niño. El cusqueño Francisco Quispe vendió golosinas, refrescos y también fue ambulante en . Lo hacía para apoyar a sus tres hermanos luego de quedar huérfanos de madre. Hoy es dueño de ‘Maquiparts’, dedicado a la venta de máquinas para el rubro textil y repuestos, tiene tres tiendas y ha incursionado también en el negocio de inmuebles. Esta es la entrevista que le hicimos en .

Sabemos que sus inicios fueron muy duros, llegó del Cusco para ganarse la vida como ambulante, ¿qué vendía?

Inicialmente vine con muchos deseos de superarme, trabajé vendiendo repuestos en una empresa que era de unos familiares. En esos tiempos Gamarra estaba con la toma de calles y me convertí en ambulante.

¿Cuántos años tenía cuando llegó a la capital?

18 años, vivía en la casa de mis tíos que fueron muy buenos conmigo, me dieron un lugar donde vivir y la posibilidad de aprender.

¿Qué recuerdos tiene de su infancia?

Nací en el Cusco y viví una parte de mi adolescencia en Puerto Maldonado, pero una de las cosas que marcó mi vida es que mi madre fue ambulante, me enseñó a trabajar. Ella me ayudó a aspirar a ser mejor.

¿Así nació su espíritu emprendedor?

Cuando uno viene a la capital tiene el deseo de conocer la ciudad, yo llegué aquí y vi el negocio que crecía en Gamarra. Mis tíos, que tenían sus negocios, me pusieron a trabajar, y vi la necesidad en los clientes que no había un lugar donde encontrar todo, y pensé que debía tener un local donde ellos puedan comprar lo que querían, eso me motivó mucho. Mis tíos me dieron la oportunidad de seguir una carrera técnica... Después dejé mi trabajo, conseguí un puesto en la calle, fue duro, tuve que renunciar a muchas necesidades de joven, porque quería tener algo para el futuro, soy hermano mayor de tres, somos huérfanos de madre, mi intención era crecer y superarme.

¿Qué carrera técnica estudió?

Contabilidad, pero no concluí por iniciar mi negocio. Hoy he retomado mis estudios.

Conoce a su esposa y empiezan juntos…

En ese lapso conocí a mi esposa, era una vecina, y decidimos juntarnos para iniciar el negocio. Ella trabajaba en costura y era experta en el tema textil, y empezamos una sociedad.

¿Qué diría que es lo más complicado en este negocio?

Fue no tener un apoyo económico, carecía de una mano que me ayude con dinero, fue difícil tener el capital para poder importar mercadería y ampliar este negocio, pero hemos sido constantes, trabajando mucho para salir adelante.

¿Cómo resumiría estos años de su vida?

Perseverancia y confianza en uno mismo. Querer es poder, yo lo pude lograr.

Hay mucha gente que desea iniciar un negocio, ¿qué debería hacer para empezar?

Tomar una decisión y ser constantes, pensar en el cliente, saber de la necesidad que tiene, en qué podemos ayudar, el cliente está dispuesto a recibir algo más, y eso hacíamos.

¿Qué hace con el capital que gana?

En estos años hemos incursionado en otros rubros, empecé vendiendo repuestos en la calle como ambulante, ahora hemos invertido en inmuebles, tenemos tres empresas con distintos rubros.

¿Califica a los peruanos como emprendedores?

¡Por supuesto! Gamarra es un lugar de emprendedores.

Sabemos que sus hijos son su inspiración para continuar…

Mi hijo mayor es un joven con habilidad especial, es un reto muy grande, es enfrentarse al mundo, superando las dificultades que pasan con los años, eso a mí me ha motivado muchísimo a superar situaciones, porque vi en él esfuerzo, dedicación, perseverancia en las terapias, en mí siempre hay una motivación al verlo. Mis tres hijos son talentosos y me inspiran.

Muchos peruanos nos quejamos de la situación económica que atravesamos, ¿qué les diría?

Las dificultades no son una justificación para no salir adelante, hay oportunidades en el Perú, el problema está en la decisión, las cosas las queremos fáciles, y lograr el éxito es complicado. No debemos renunciar, hay que esforzarse.

Los empresarios de Gamarra tienen una batalla constante con los productos chinos y con los informales, se quejan porque no los dejan crecer, ¿qué piensa sobre eso?

La parte textil es golpeada por los productos chinos, matan la industria textil, antes se compraban más máquinas; en cuanto a la informalidad, trae desorden y ese es el problema de Gamarra, no hay una autoridad local. Se debe tomar una decisión y buscar proyectos, pero nadie da una solución.

¿Qué le falta a nuestro país para crecer?

Lo que falta es crecer en educación, los jóvenes de hoy en día deben ser motivados a talleres de emprendimiento con una mentalidad que se puede progresar.

¿Qué consejo le daría a los jóvenes?

Cuando uno desea tener éxito debe estar decidido, no hay nada imposible, todo se puede hacer.

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