Como parte de los compromisos de Microsoft de ser carbono-negativo para 2030 y contribuir con sus acciones a la disminución de los efectos del cambio climático, de la mano de Rabobank y Solidaridad, Microsoft está apoyando la reducción de carbono en 36 mil hectáreas de fincas cafeteras en Colombia y Perú, a través de la compra de bonos de carbono generado por la plataforma tecnológica ACORN que permite registrar, monitorear y vender CO2 capturado por pequeños productores de café o cacao, que siembran bajo sistemas agroforestales. 

El proyecto es un esfuerzo de colaboración de Rabobank, una multinacional holandesa de servicios bancarios y financieros, y Solidaridad, una organización internacional de la sociedad civil que trabaja para fomentar cadenas de suministro más sostenibles. Actualmente, el Programa Café de Solidaridad viene impulsando prácticas agrícolas inteligentes con el clima al cultivo de café, con beneficios para el ingreso de productores, seguridad alimentaria, conservación de bosques y mejora de la producción del café. 

El modelo tecnológico impulsado involucra el componente de sistemas agroforestales (árboles maderables o frutales) sostenibles en las fincas de los caficultores, quienes a su vez se podrán consolidar como proveedores de bonos de carbono.  Los caficultores capturan dióxido de carbono mediante la plantación de árboles de sombra y otras prácticas agrícolas sostenibles, al tiempo que protegen sus cultivos de los efectos del cambio climático, elevan la producción y calidad del café y mejoran la calidad de vida y las oportunidades de las familias campesinas.   

Como parte del compromiso de ser carbono negativo para 2030 de Microsoft, en enero de 2021 la compañía compartió sus avances. Anunció que había logrado una reducción del 6% de la emisión de carbono en sus operaciones, al pasar de 11,6 millones de toneladas métricas a 10,9 millones. Afirmó también que, como parte de su estrategia de sostenibilidad, no bastaba con la reducción de emisiones de carbono en su operación, sino que se requería, además, de la remoción física de carbono de la atmósfera y que para ello haría inversiones en los mercados globales para capturar 1,3 millones de toneladas métricas de carbono.

 De forma paralela, en Perú se ha venido realizando una iniciativa que recompensa económicamente a los cafeteros por prácticas climáticamente inteligentes. 

En los últimos tres años, a través del Proyecto de Café del Futuro, implementado por Solidaridad con el respaldo de la Iniciativa Noruega por los Bosques y el Clima (NICFI) ha permitido que caficultores colombianos y peruanos perciban un aumento de ingresos para el productor más del 30% en comparación a la fase previa de intervención del proyecto, así como una mejora de la calidad del café en 30% y un aumento de productividad en 20%. Estos resultados, sin duda traerán mejoras para los caficultores, sus familias y la población peruana en general.

En este periodo se logró y reconfirmó que la implementación de estas prácticas son efectivas para mitigar el cambio climático. Sumado a los beneficios arriba mencionados, con la implementación de distintas prácticas, se observó que logran capturar hasta 3 toneladas de CO2 por hectárea. A través del pago por concepto de venta de sus acciones en el mercado de bonos de carbono, se estaría contribuyendo a mejorar su ingreso digno y a la mejora del medio ambiente.

Como se puede ver, se trata de una propuesta gana-gana: las empresas compradoras de bonos de emisiones encuentran más oferta para poder cumplir con sus compromisos para reducir su huella de carbono y los agricultores proveedores encuentran una manera para diversificar sus sustentos de vida, aumentado sus ingresos y asegurando un beneficio a largo plazo. 

Un desafío global 

El cambio climático afecta cada vez más a la agricultura mundial. El 90% de los 608 millones de granjas en el mundo son granjas familiares, que operan entre el 70 y el 80% de las tierras agrícolas y producen alrededor del 80% de los alimentos del mundo, según una nueva investigación de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación.

Cinco de cada seis fincas en el mundo son muy pequeñas, de menos de dos hectáreas y, aunque son responsables de solo alrededor del 12% de todas las tierras agrícolas, producen alrededor del 35% de los alimentos del mundo. 

 Pero la agricultura también es responsable del 24% de las emisiones globales de gases de efectoinvernadero. Por ello, hacer parte del crecimiento y liberar todo el potencial de los pequeños agricultores para que se conviertan en una fuerza global positiva para abordar el cambio climático se ha convertido en una prioridad.  

Actualmente, Solidaridad y Rabobank tienen la meta de registrar a cerca de 5,000 productores de café colombianos y peruanos al mercado de bonos de carbono. Solidaridad apoya a los agricultores con la medición de la huella de carbono, la implementación de sistemas agroforestales, el registro en la plataforma ACORN y soporte técnico. Rabobank, a través de su plataforma Acorn, asegura la medición anual del CO2 capturado por los productores en los próximos 20 años y cuando exista un incremento en el CO2 removido de la atmosfera, créditos de carbono serán emitidos y vendidos a través de esta misma plataforma. El 80% del precio de venta del bono de carbono llega a los manos del campesino, haciendo ACORN una plataforma que garantiza un precio justo para el trabajo realizado en campo. 

Tecnología para el planeta 

Debido al tamaño y la urgencia de la crisis del cambio climático, la tecnología jugará un papel importante en la búsqueda de soluciones. Hay todos los datos para monitorear, recopilar y analizar, todos los modelos de análisis avanzados para construir utilizando IA aplicada y aprendizaje automático, y toda la infraestructura de comunicaciones para implementar. 

“Para nosotros, la tecnología fue muy importante debido a la ingestión de datos satelitales y los modelos de IA y la escalabilidad de la infraestructura que requeríamos.  Aplicar la tecnología a nuestros problemas de sostenibilidad más urgentes es clave “, afirmó Jelmer Van De Mortel, Jefe de la iniciativa ACORN, en Rabobank.  

La mayor parte del café que consume el mundo es producida por 17,7 millones de pequeños productores de café, la mayoría de los cuales viven en el umbral de la pobreza. Aunque existe un mercado de carbono para la agricultura, la participación de los pequeños agricultores es compleja debido a los altos costos de transacción y la incapacidad de verificar los activos de carbono que capturan. 

En este proyecto fue posible reducir dichos costos gracias a la tecnología desarrollada por Microsoft, facilitando una verdadera innovación que permite conectar a millones de pequeños agricultores al mercado de carbono global. 

“Estoy muy feliz de este reconocimiento a los miles de caficultores de la región de San Martín porque gracias a su trabajo incansable, están mitigando el impacto medioambiental. En Microsoft, queremos siempre ayudar, transformar e impulsar a toda la sociedad en general, por ello, a través de este incentivo esperamos retribuir y dar toda la importancia que merecen los pequeños caficultores peruanos”, concluyó Giovanna Cortez, directora general de la región Sur de América Latina.

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