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Kayak

Becquer Solís Cruz (37) solía acudir a las playas de Ancón para disfrutar de su gran pasión: el surf, pero con el tiempo sus visitas tuvieron un fin más emprendedor. Él ofrece paseos en kayak a todos los veraneantes de esta zona y lo más importante es que estas pequeñas embarcaciones de remo son fabricadas por él mismo.

¿Cómo nació la idea de empezar este negocio?
Yo amaba surfear, venía todas las mañanas con mi tabla y me metía al mar. Un día fui a una playa del sur y vi los kayaks, me pareció una idea perfecta para aplicarla en Lima Norte. Compré uno y empecé el negocio.

¿Pero en qué momento decides fabricarlos tú mismo?
Salía muy caro comprar un kayak. Un día un amigo que vino de provincia me dijo que se podían hacer con fibra de vidrio. Yo era vidriero antes de empezar este negocio, así que aprendí rápido.

¿No es más trabajoso?
Sí, pero ahorro mucho. Hacerlo me cuesta la tercera parte de lo que sería comprarlo. Así que de todas maneras prefiero hacerlos.

¿Cuánto tiempo llevas con tus kayaks?
Ya son catorce años. Cuando empezamos, solo estaban dos personas más y yo, además trabajábamos en Playa Hermosa. Ahora somos cerca de veinte personas en el equipo y cubrimos toda la costa de Ancón.

¿Es difícil dominar un kayak?
No, la gente cree que se va a ir de costado (risas). Hemos tenido parejas que han discutido frente a nosotros porque uno quería subir y al otro le daba miedo. Pero el kayak se mantiene a flote, solo es cuestión de agarrarle el ritmo al remo.

¿Y las olas no los voltean?
Tampoco. Además, siempre tenemos a nuestros trabajadores supervisando a los clientes a bordo de otros kayaks o lanchas a motor. No hay por qué asustarse.

¿Dónde pueden encontrarlos?
En Ancón, en cualquiera de sus playas, principalmente en Playa Hermosa. Nos van a ver con nuestros trajes verdes, así que nos encontrarán sin ningún problema.

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