confesó que durante varias semanas tocó muchas puertas para aportar con un ‘pequeño granito de arena’ y poder confeccionar mascarillas que están escasas debido a la pandemia del coronavirus.

Hiciste un llamado en redes, pero al principio no recibías respuesta...

La verdad que toqué muchas puertas hace varias semanas y no recibí ninguna respuesta y me frustré, deprimí y sentí mal, porque tenía todo para ayudar y, por supuesto, también las ganas de hacerlo, pero sentía que estaban más preocupados en cosas irrelevantes que no tienen nada que ver con lo que estamos pasando en el país y, bueno, por fin lo logramos.

Nada te detuvo...

En esta vida, no todo es ganar, también hay que sacrificar, donar y ayudar. La última puerta que toqué fue la de George Forsyth (el alcalde de La Victoria) y actuó de manera inmediata. Al día siguiente ya estábamos trasladando todas las máquinas de mi taller a La Victoria, y creo que ahora estamos haciendo una gran labor que ha incluído amanecidas, pues hay que respetar el aislamiento y quedarnos en casa. Me siento contenta porque logré ayudar, porque veo cómo la están pasando los países hermanos y hay que evitar que esa situación se repita aquí.

(Frank López)

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