Alessandra Fuller habla de sus hábitos y su faceta estudiantil. (A. Quintana)
Alessandra Fuller

Por: Fernando 'Vocha' Dávila

Ocurre casi siempre en esta profesión: Uno va a entrevistar a un personaje famoso y exitoso y se prepara para tratar con un divo o diva. Igual sucedió con y la sorpresa fue mayor. Encontramos a una señorita que tiene la sonrisa como bandera, parece dibujada en su rostro. Sin poses ni disfuerzos. La chica dulce de ‘Ven, baila quinceañera’ es igual fuera de la serie, una estrella que pisa tierra.

Un sábado por la noche, ¿sales sí o sí?
Me encanta bailar, pero no voy a discotecas.

¿Un traguito?
No bebo licor, tampoco fumo.

¿Cómo te diviertes de noche?
En el teatro o cine.

Los chicos se relajan ‘boleteándose’...
Para mí, desestresarme es estar en paz, descansando.

¿Actriz las 24 horas?

Estudio Comunicación y Negocios Internacionales.

¿Buena alumna?
Soy del quinto superior.

¿Notas?
Mi promedio es 18.

Es un buen mensaje para la juventud.
Es mentira que si trabajas te falta tiempo para estudiar.

Me quedé con que te gusta rumbear.
Y lo hago bien, ja, ja.

¿Un ritmo especial?
Salsa, aunque se me da bien la música negra.

¿Cantante favorito?
Tito Nieves, Los 4. Todos en realidad.

¿Tienes barrio?
He ido a comer cebiche a La Victoria.

¿Has subido a una combi?
No, pero sí al tren eléctrico.

¿Qué tramo?
De San Borja a Gamarra.

¿Estaba lleno?
Más o menos.

¿Convulsionaste el lugar?
Cada quien estaba en lo suyo. Ni me reconocieron.

¿Y en el centro comercial?
Un poco, nada de tumultos.

¿Te pones gafas, capucha y buzo en la calle para que no te reconozcan?
Uso lentes, pero es por mis ojos, que se irritan con facilidad.

¿Entonces no te disfrazas?
Imposible, pero respeto a quienes así cuidan su tranquilidad.

¿Hablas lisuras?
Nunca.

Siempre risueña, ¿qué te hace renegar?
El machismo, la discriminación.

¿Cómo tratas a la empleada de tu casa?
Como una más de la familia.

¿Lavas?
Sí, y también plancho.

Te haré una pregunta machista, ¿por qué las mujeres manejan tan mal?
No sé, yo manejo como hombre, ja, ja, ja.

¿Te puedes gastar tu quincena comprando ropa?
A veces me doy mis gustos. Además, soy superalérgica y debo dejar la ropa al poco tiempo de usarla.

¿Importa que el galán sepa bailar?
Sí. Tuve un ex que se metió a clases de baile por mí.

¿Tomas gaseosa?
De chiquita y no me gustó. Solo agua.

¿A favor o en contra de las corridas de toros?
En contra de todo lo que sea maltrato a la vida. Los seres humanos valemos tanto como los animales.

¿Te metes a defender los abusos?
Desde el colegio defendía a mis compañeros.

Me olvidé, ¿sabes cocinar?
Seguí un curso en el colegio. Sé hasta preparar tacacho con cecina.

¿Tu mejor plato?
Cebiche.

¿Tu secreto para que quede delicioso?
Se tiene que hacer con cebolla crujiente y para conseguir eso, hay que ponerla en la refrigeradora una media hora antes de colocarla en el plato.

¿Mucho ají?
Nada, porque pica y ya no le encuentro gusto a la comida.

¿Qué más te dejó tu paso por el colegio?
El ‘Leonardo da Vinci’ y lo nombro porque fue maravilloso. Ahí, a los profesores los tuteabas y hasta podías llamarlos por su apodo. También me inculcaron el hábito de la lectura.

¿Tres libros?
‘El túnel’, de Ernesto Sábato; ‘El extranjero’, de Albert Camus; y ‘La metamorfosis’, de Franz Kafka.

Sí que has llevado bien el plan lector.
Y mi lectura favorita también es ‘El principito’, con su frase: ‘Lo esencial es invisible a los ojos’.

Estás con Pablo Heredia, ¿verdad que los argentinos son ‘agrandados’?

Es superhumilde, creo que es ‘bamba’.

¿Es ‘floro’?
Antes de ser enamorados, era muy respetuoso, ahora ya hace más bromas.

¿Te dice cosas tiernas?
Es muy ocurrente. Un día íbamos caminando y me dijo: ‘Mira, se cayó al suelo’. Observé y era una envoltura, y le respondí: ‘No es mía’. Contestó: ‘Sí, es el plástico en el que estabas envuelta, bombón’.

La televisión exige que cuides tu imagen. Más adelante, ¿te harías unos retoques?
Nada con las cirugías.

¿Te sientes un mujerón?
Soy normal y no ando preocupada por la estética.

Una experiencia con la fama...
Una vez, detrás de mí, unas chicas murmuraban: ‘Si es’, ‘No es’, ‘Qué va a hacer por acá’. Esas cosas me dan ternura, porque son comentarios ingenuos.

¿Deportista?
He practicado el taekwondo y estuve a dos cinturones de ser ‘negro’.

Ahora sí te dejamos grabando y gracias por tu tiempo.
Un gran saludo a los lectores y periodistas de Trome. Les dejo un gran beso.

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