Aunque  está celebrando oficialmente dos décadas dedicadas al humor, el showman lleva casi cuatro décadas haciendo reír -principalmente a su familia-, bajo la misma premisa: generar humor a partir de su honesta propuesta. “Soy consciente que esa propuesta no conecta con todos”, dijo en entrevista con Correo.

LEE MÁS | Sebastián Salazar confiesa que está enamorado: “17 años después cayó”

En tus shows abordas con humor temas que te están dando vueltas en la cabeza y en la de todos los peruanos en estos momentos, ¿pero hay algo en particular que solo a ti te esté dando vueltas?

Yo creo que a mí no me da vueltas en la cabeza nada que no le inquiete a otras personas. No es que a mí me preocupe un tópico exclusivo, lo único que me da vueltas en  la cabeza -en todo caso- es la vida, y desde hace mucho tiempo.

Ahora mismo diríamos el duelo… 

El duelo te da vueltas en la cabeza cuando se te presenta, sabes que es algo que ocurre y que les pasa a los “demás”, y ahora creo que nos está pasando a todos o a casi todos, porque  no hay persona que no haya estado o no se haya encontrado con alguna pérdida directa o indirectamente. Eso a mí me llevó a pensar mucho en que la vida es un espacio para celebrar, no podemos seguir pensando que la vida es un espacio de queja, de pena, de tristeza, también es un espacio fundamentalmente para celebrar, para estar presente para vibrar y aprender, y es ahí donde yo estoy parado ahora.

¿Es cierto que nunca has hecho un show buscando caerle bien a la gente?                                                                                             

Pero no es bajo la premisa: “oye, a mí qué me importan los demás”, sino porque sería traicionarme a mí mismo. Primero me tengo que gustar yo, es algo que lo he aprendido en el tiempo. Si a mí me gusta pues podré generar esa energía, yo no puedo presentar algo que no me guste y hacerme el loco.

LEE MÁS | Tatiana Aleman y su tremenda troleada a Sebastián Salazar: “A ti te dicen ‘Coné’”

Cuando algunas personas dicen ‘no busco caerle bien a la gente’, se podría malinterpretar y pensar: ‘en buscar caerle mal a la gente’...                                                                                                                     

No. Indudablemente no es eso, no trabajas para caerle mal a nadie, a lo que voy es trato de serle fiel o siempre he sido fiel a mi gusto, a lo que a mi me gusta, a lo que yo siento. A partir de eso, construyo el espectáculo. La gente no va a verme por mi opinión respecto a los temas político, social, emocional, familiar o qué sé yo; la gente va para reírnos juntos, pero todo parte de la sinceridad pura.

¿Más allá de que algunas personas no están preparadas para cierto tipo de humor?                                                   

Yo creo que habrá quienes conectan conmigo y habrán quienes no, y eso está bien, yo no excluyo a quienes no conectan conmigo, nunca he dicho: “ay, no entienden mi humor”. Esto es un tema de conexión, hay quienes conectan contigo en un lugar y hay quienes conectan contigo desde otro lugar y, por suerte, conmigo hay mucha gente que conecta conmigo desde hace 20 años.

Creo que eso se traduce en tus 20 años de vigencia….                                                                                 

Sí, y este 29 de julio será literalmente una noche única. Voy a repasar las anécdotas de cada show, cosas que no se suelen contar, todo lo que ocurre detrás del escenario. Lo haré con mi banda, cantaré en vivo y compartiré mucho material del recuerdo en video.

En estos 20 años nos contaste que te casaste, que te divorciaste dos veces. Con una pandemia de por medio, ¿cómo ves el tema de las relaciones sentimentales a estas alturas?                                                                                   

La pandemia, así como me ha quitado también me ha regalado un montón de cosas, pero creo que una de las conclusiones respecto a los vínculos en general con otros seres humanos es que uno no tiene que hacer nada para agradar a nadie. A ti te tienen que amar y querer como eres, con las cosas lindas que tienes, con las no tan lindas y con las horribles; así de simple. El ejercicio de los vínculos no pasa por amoldarme a la otra persona o ser como la otra persona quiere que yo sea,  pasa por acompañarnos en este viaje, porque la vida es un viaje.

LEE MÁS | Pedro Castillo es saludado por diversas figuras políticas tras ser proclamado presidente electo del Perú

TE PUEDE INTERESAR:


Contenido sugerido

Contenido GEC