Actor de 'A la deriva' recuerda todos los por menos que tuvo que vivir en las grabaciones de la película inspirada en la vida de Richard Sharp.
Sam Claflin

enfrentó muchos desafíos al coprotagonizar, junto a Shailene Woodley, A la deriva, una película basada en una historia real de supervivencia, en el papel del navegante Richard Sharp, para el que tuvo que perder peso y sufrió varios mareos durante el rodaje que tuvo lugar, en gran parte, a mar abierto en el Océano Pacífico, a kilómetros de Fiyi. A pesar de lo duro que fue, el actor inglés describe el papel como una experiencia única en la vida.

 Cuéntanos sobre Richard Sharp, el navegante que retratas en A la deriva

A las personas que navegan les gusta correr riesgos. Es una forma de vida muy peligrosa y, en el caso de Richard, él había navegado muchísimas veces antes de embarcarse en esta aventura.

Literalmente había navegado por casi medio mundo. El barco en el que lo vemos al comienzo de la película, lo construyó a mano en Sudáfrica. Está acostumbrado a estar solo, se lleva muy bien consigo mismo. Creo que hay muchas similitudes entre él y yo, así que fue fácil inspirarme en mi propia vida y en mis propias experiencias. Me considero alguien que se arriesga, pero él vivió más al límite que yo. No puedo más que admirarlo.

Debido a que tu personaje está varado en un barco en el Océano Pacífico durante tanto tiempo con poca comida, has tenido que perder mucho peso. ¿Cómo fue eso?

Acababa de volver de rodar una película llamada The Nightingale, que fue la más pesada que hice. Había tenido que aumentar de peso para el papel que interpreté, así que tenía aproximadamente cuatro semanas entre el final de esa y el comienzo de ésta. Recuerdo que llegué a Fiyi y me senté a desayunar con (el director) Baltasar (Kormákur), que de un modo muy cortés me sugirió que debía parecerme más a un marinero (risas). Era obvio que debía perder peso. Mi dieta comenzó el segundo en el que puse los pies en Fiyi.

Una de las claves de la película es la relación entre Tami Oldham y tu personaje, Richard. ¿Qué hicieron tú y Shailene para asegurarse de que esto se reflejara en la película?
Nos llevamos muy bien y muy rápido. De hecho, me perdí mi cumpleaños por salir para Fiyi. Salí de Los Ángeles el 26 de junio a las 23:45 y llegué a Fiyi el día 28. Pensé, ‘Me perdí mi cumpleaños’ (risas). Pero ella me compró un regalo y globos, así que se ganó mi respeto de inmediato. Tenemos creencias similares, los dos somos personas espirituales, amamos a la familia y a los amigos y nos encanta recorrer el mundo.

¿Cuánto peso debías perder?
Para The Nightingale estaba pesando 95kg y para el final de A la deriva, 79kg. Perdí peso en un período de tres meses. Lo mismo pasó con Me Before You y The Hunger Games. Aún sabiendo lo que debía hacer, fue sumamente difícil.

¿Cómo fue filmar una película en Fiyi?
Lo grandioso fue vivenciar el verdadero sentido de la cultura y las personas y todo lo que tenían para ofrecer. La gente fue sumamente acogedora y nos aceptó como un equipo de filmación, siempre dispuesta a ayudar con lo que fuera necesario. Fue una oportunidad increíble para nosotros para conocer la verdadera Fiyi.

¿Después de hacer la película, te consideras un navegante competente?
Digamos que necesitaría que alguien comande el barco (risas). Obviamente, me siento cómodo en un barco. Si bien había estado en barcos anteriormente, nunca navegué. Esto fue muy revelador para mí. Las primeras dos veces que salimos a navegar me descompuse un par de veces, pero conseguí adaptarme al vaivén del mar con bastante rapidez. Lo único que diré sobre mi mareo fue que me recuperaba con facilidad. Me descomponía e inmediatamente me componía. Aprendí mucho sobre mí y descubrí que realmente amo el océano. Suena cursi, pero me encanta esto de ser uno con la naturaleza. Este tipo de oportunidades se dan una vez en la vida: filmar el 90 por ciento de la película en el mar y ver a los expertos en ese mundo haciendo lo que hacen y enseñándonos cómo funciona todo fue increíble.

¿Cómo fue filmar una película en el mar? Debe haber sido completamente diferente a cualquier cosa que hayas hecho antes.
Fue increíblemente diferente porque dependíamos mucho del clima. Habían decidido que prácticamente solo utilizaríamos luz natural, por lo que dependíamos de que el sol estuviera en la posición correcta. También estaba el tema de la corriente que nos movía. Teníamos que ser pacientes y esperar el momento y luego capturarlo en dos minutos. Teníamos que estar preparados todo el tiempo. Además, teníamos que confiar en todos. Todos se ayudaban entre sí, todos los departamentos, sin importar en qué área trabajabas. Todos hacían todo. Todos formábamos parte del departamento de arte.

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