Por: Carla Chévez

Es cerca del mediodía, estoy en el lobby lista para subir al penthouse, ubicado en San Isidro, donde y viven con su hijo ‘Wakatay’ y al que por primera vez un medio de comunicación tiene acceso. Las puertas del ascensor se abren y la ‘princesa’ de la casa nos da la bienvenida. A lo lejos escucho la voz del popular ‘Bomboncito’ que coordina reuniones de trabajo por Zoom y ella le dice: ‘Amor, ya llegó Carla…’. Pasan unos minutos y aparece el cumbiambero, vestido con una finísima casaca de cuero, jeans apretados y un look que tiene como marco un saludo con ‘cariño’.

Ambos se toman de la mano, mientras pongo en modo avión el celular y siento que el amor está en el aire.

Cassandra, creo que el empuje y superación de Deyvis te tienen cautivada...

¡Bastante! Cuando lo conocí, con todo el legado que tenía por ser el hijo de Johnny Orosco y todo lo que había logrado, marcando un hito en la música, me di cuenta de que era único, real. Escucharlo hablar hace que te enamores y es lo que me pasó a mí.

¿Así de rápido te conquistó?

Sí y siempre lo decimos. Lo conocí, hablé con él y la magia se dio.

Deyvis: ¡Ohhhh! (ríen). Fue amor a primera vista. Todos saben que siempre he cuidado mi vida personal, pero cuando la conocí fue raro. Deyvis Orosco, uno de los exponentes más fuertes de la música popular peruana, estaba ‘flechado’ por la hija de la reina (Jessica Newton)… mi princesa.

¿Qué anécdotas vivieron en ese momento?

(D): Más allá del ‘flechazo’, fue un tema de ternura, porque yo vivía corriendo de gira en gira y avión en avión por alcanzar mis metas, pero a la vez perdiéndome cosas. Ella fue como una señal, porque mi vida se estaba volviendo solo reconocimientos y trofeos, pero sentía que me faltaba algo.

¿El amor es lo más importante?

D: ¡Sí! Y cuando nos conocimos se puso nerviosa...

C: Sucede que cuando conversas con él te da mucha confianza, es cautivador. Él se ríe, porque mi trabajo es lo comercial y siempre iba de frente a convencer al cliente para los auspicios; en cambio con él, en cinco minutos ya le estaba contando mi vida y no podía parar.

D: Ohhh… se puso tan nerviosa que luego me dijo: Es la peor venta de mi vida, ja, ja, ja.

C: Me di cuenta de que habían pasado 20 minutos y le había contado toda mi vida y nos reímos.

D: Terminamos hablando de todo y yo veía a una chica que se iba poniendo nerviosa y roja a la vez, en ese momento no veía a la hija de la reina, sino a una chica noble, inteligente, y eso me causó un sentimiento que no había experimentado en muchos años.

Hicieron match, viniendo de círculos distintos...

D: Exacto. Las cosas como son, yo vengo de un circuito donde hay mucha bulla y ella de donde hay mucha gente que lo tiene todo y que el fin de semana está planeando ir a tal fiesta, pasear en yate o dónde recibir el fin de año.

C: Yo le comentaba a él que me sentía fuera de ese círculo, las conversaciones todas iban siempre por ahí, no había esa conexión con nadie y al final eran todos con caretas, pero lo conocí y todo fue real.

D: Ohhh...

Deyvis, ese sentido del humor muy pocos lo conocen y Cassandra te lo festeja.

D: Ja, ja, ja, y esto no solo la ha cautivado a ella, también a mi suegra, a toda su familia. Mi cuñada, que estudia en el Roosevelt, ganó un premio hace poco y le pregunté: Chata, qué tal te fue y respondió: Ohhhh, ja, ja, ja. Creo que el hombre que hace reír a una mujer tiene un porcentaje alto de que sean felices.

C: Con él me río todo el día, es la persona más divertida que hay.

Es que es ‘con cariño’...

Deyvis y Cassandra (ríen y responden): ¡Exacto!

Te veo una mirada de enamorada.

C: No se me quita, estoy enamorada.

D : Lo hago...

C : No, por favor.

¿Qué cosa?

D: Dice que no puede sostener mi mirada porque se pone roja.

C: Nadie en mi vida lo logró, pero él sí… (Deyvis la mira y Cassandra enrojece)

¿Es cierto que Deyvis te enseñó a cocinar?

C: Soy honesta, era un caos en la cocina, no sabía hacer absolutamente nada, me enseñó todo lo básico, preparar arroz…

D: Me dijo: Nunca he cocinado y le respondí ‘prueba, lo último que puede pasar es que yo me lo tenga que comer todo’. Le di las bases de los aderezos, porque ella venía del soufflé y risotto con champiñones, ja,ja, ja. El primer platillo que hizo fue estofado de pollo y descubrió que le gustaba la cocina.

C: Ahora me encanta cocinar y uno se esmera en preparar las recetas porque lo haces por amor.

D: Ella sabe que no tiene que hacer cosas por nadie, ni por mí. Es una princesa que ahora está más cuidada. Siempre le digo: Quiero que vayamos juntos de la mano para adelante y que solo voy a estar delante de ella para protegerla.

Eso es ser pareja...

D: Sí, Cassandra lidera sus propios proyectos, a mí me encanta potenciar a las personas.

C: Así es él, es como un papá, eso hace que me enamore más de él, le gusta que todos vayan a la par.

¿También te enseñó a bailar?

C: (baja la cabeza) Sí y bailamos ‘El arbolito’.

D: Soy una cajita de bombones, ja, ja, ja.

Toda relación pasa por momentos buenos, malos, regulares y a veces hay discusiones. ¿Cómo han superado esas situaciones?

D: ¡Con cariño! (ríe). Mira, la base de cualquier tipo de relación para mí tiene dos pilares: Respeto y comunicación. Hay gente que espera mucho tiempo para comunicar qué no te gusta y eso está mal. Desde el inicio le dije ‘esto está bonito y mi vida es así, no es que yo no quiera tener tiempo, no lo tengo de verdad’. Desde el principio entendió que vivía en una revolución diferente, pero ella fue mi cable a tierra.

C: Jamás le exigí que me diera tiempo para mí, porque no puedes pretender cambiarlo, uno tiene que respetar a las personas como son. Lamentablemente, las parejas escuchan para pelearse y deben escuchar para entenderse.

¿Pero no han tenido una crisis?

D: Llegar a un punto alto sería tonto para mí. Si por ahí hay algún tema que se está prendiendo, nos reímos y lo hemos resuelto antes que se prenda…

¿Cuándo se casan?

D: Todo en su momento, ella sueña con eso desde niña, es una princesa. Ya mi suegra se va a encargar de los detalles.

Cassandra lo mira y se besan. Van trazando su camino sentimental y laboral juntos, potenciándose el uno al otro. Cassandra ahora ve el marketing de las empresas de Deyvis, mientras él sigue creando y preparando su primer show virtual para este 24 de octubre con Teleticket y el lanzamiento de su sello discográfico ‘D.O. Music’

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