Giovanni Ciccia y su esposa nos contaron algunas cosas de su relación. (M. Palomo)
Giovanni Ciccia

y Doménica Seminario conforman un matrimonio que la tiene muy clara. Saben que las ‘tentaciones’ pueden ensombrecer su relación, pero ellos no ‘rompen la dieta’ y tampoco ‘tiran la toalla’ al primer contratiempo, porque apuestan por la familia. Además, resumen el secreto de su relación con una encontró en Facebook: ‘No te estoy diciendo que será fácil, te estoy diciendo que valdrá la pena’.

Así que póngase cómodo e ingrese con nosotros al hogar de los Ciccia - Seminario, quienes gentilmente nos recibieron en su cálido departamento.

¿Cómo es su día a día?
Giovanni: Era bien tranquilo hasta que empezaron a nacer los hijos, ahora casi ni nos vemos, extrañamos nuestros tiempos solos como pareja, pero los tiempos en familia son tan bonitos, y sabemos que duran poco, que les dedicamos el 100 % a ellos.
Doménica: Los hijos te cambian la vida.

Tienen dos varoncitos, ¿se animan por la mujercita o ya ‘cerraron la fábrica’?
D: Por mi lado, cerrado.
G: Vengo de una familia numerosa, mi papá tenía 8 hermanos, así que siempre me gustó la familia grande, pero los tiempos han cambiado y todo es más costoso. Si tuviera los recursos, tendría 10 hijos y feliz, pero como no estoy loco, no los tengo.
D: ¿10? No hay forma.

¿Cómo se conocieron?
G: Doménica ha sido productora ejecutiva de ‘Django’, la conocí porque estaba haciendo su primer trabajo en ‘Tinta roja’. Llegó a la oficina y yo también, le vi la cara y había algo en su mirada que me resultaba muy familiar. Era como estar con alguien a quien ya conocía o que era parte de mi familia.

¿Fue un ‘flechazo’ a primera vista?
G: Sí. Tenía 28 años y ella 20. Mucha gente dice que nos parecemos y cuando vemos nuestras fotos de niños encontramos un montón de similitudes. Un amigo me dijo que la gente que se parece es la que se queda junta toda la vida.
D: Pensé que él estaba con alguien, pero ya luego empezamos a salir como ‘patas’ y al mes ya estábamos saliendo.
G: Creo que andaba de ‘cacería’ en esa época y cuando se enteró de que estaba solo, atracó al toque y hasta ahora no hemos parado.

Pero como toda relación, hubo sus altibajos...
D: Claro, pero a la primera no te vas a ir corriendo porque sabes que vendrá otro alto de nuevo. Creo que te puedes enamorar de la misma persona varias veces. Es fácil decir que ya no, pero si apuestas por la familia, te mantienes y la luchas.
G: Encontré una frase en Facebook que decía: ‘No te estoy diciendo que será fácil, te estoy diciendo que valdrá la pena’, y se la mandé. Creo que es el resumen o el secreto de nuestra relación.

¿Han querido ‘tirar la toalla’ como pareja?
G: Más allá de un par de peleas, a los 20 minutos o una hora ya estamos bien. Muchas parejas terminan pronto porque no hay tolerancia y tienen el ego muy grande. Ninguna relación es perfecta, pero no puedes tirar la toalla rápido.

¿Quién tiene el temperamento más fuerte?
G: Los dos somos bien complicados, no somos personas fáciles. Soy muy intolerante, rígido en mi cronograma, esquemático para trabajar y chocamos con nuestra forma de afrontar el día a día.
D: Además, tenemos gustos totalmente diferentes.

¿Cómo cuáles?
D: No comemos las mismas cosas, no nos gusta la misma música, pero hay algunas cosas en las cuales coincidimos.
G: Es bien loco. Felizmente existen los audífonos...

¿Algún hobby que compartan?
D: Salir a comer.

¿Y cada uno puede salir con su grupo de amigos sin ningún problema?
G: Hacemos mucho eso, salimos mucho por separado.

¿No hay celos ni desconfianza?
D: Soy cero celosa. Lo era cuando tenía 20 años, pero ahora ya no.
G: Igual, pero si veo mi relación en peligro, reacciono alturadamente.

¿Perdonarían una infidelidad?
G: Si a uno se le calentara la cabeza o se enamora de otra persona, hablaríamos antes que pase.
D: Así es.

Pero siempre hay tentaciones...
G: Sí, pero yo no rompo la dieta. Una cosa es mirar y otra dejar tu casa para estar con otra mujer, eso no. Alguien me dijo: ‘Si amas a alguien, la infidelidad no es compatible, porque le quitas tiempo a la persona con quien estás’.

Doménica, existen pocos hombres que piensan como Giovanni...
D: Sí. Esa es una de las cosas por las cuales estoy aquí. La infidelidad está en todos lados, no hay carrera para ser infiel.

¿Giovanni es de los hombres que ayuda con los quehaceres de la casa?
D: Le encanta cocinar, tiene buena sazón y disfruta lo que hace.
G: Cocino más que tú. La comida italiana me gusta mucho, mi fuerte es el risotto de champiñones.

¿Cómo le hablan a sus pequeños de los temas de actualidad, que son duros?
G: Nunca hemos sido cuenteros, tengo la filosofía de contestar todas las preguntas con la verdad.
D: Tratamos de ser bien honestos en todo sentido, desde el sexo hasta la delincuencia.

¿Padres engreidores?
D: Él es el más engreidor del mundo.
G: Soy el peor...

¿Se ven juntos hasta viejitos?
G: Sí. Hasta que la salud nos aguante, tengo planes para hacer con ella hasta los 125 años.

Cambiando de tema, se ha generado mucha expectativa con la película ‘Django: Sangre de mi sangre’...
G: Sí, creo que es una película que te atrapa de inicio a fin.
D: Lo he visto entusiasmado y recontrametido en el proyecto, siempre detrás de cada detalle.

Hay escenas candentes en la película... ¿Te incomoda o respetas su trabajo?
D: No me incomoda, lo respeto, ya tenemos 18 años juntos. Es como si fuera otra persona. No sé si es un mecanismo de defensa, pero es como si fuera un actor equis u otra persona.
G: Cuando me conoció era actor y ya había realizado escenas de erotismo. Ya sabía con quién estaba.

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