El cómico se pronunció sobre las imágenes que difundió ‘Instarándula’, donde se le ve dando un, a pesar de las restricciones por la pandemia del coronavirus.

“Se me presentó la oportunidad de trabajar en el circo, donde solo estuve 20 minutos. Tengo que vivir de algo y trabajar honradamente, no estoy en un bar tomando, sino tratando de hacer reír a la gente, que estuvo con su mascarilla”, manifestó Cachay.

¿No tienes miedo de contagiarte?

Claro, si por mí fuera me quedo en mi casa, con mi familia, pero la plata no cae del cielo.

Entonces, ¿continuarás trabajando en pandemia?

Sí, porque tengo que alimentar a mi familia.

CACHAY EN EL CIRCO

La cuenta de Instarándula difundió las imágenes del show de Cachay, donde se le ve sin mascarilla y frente a decenas de niños y adultos que disfrutan de su presentación en el interior de una carpa de circo sin guardar el distanciamiento social.

“Parece imposible de creer ¿un circo abierto en plena pandemia? ¿Las personas en serio se exponen a estos shows masivos con sus hijos? ¿Acaso ya está permitido este tipo de espectáculos? ¿Las autoridades no hacen nada al ver una carpa gigante y la bulla?”, escribió Samuel Suárez junto a los videos.

Asimismo, se mostró sorprendido y se preguntó si en el norte ya todos recibieron la vacuna. “Pese a que la figura del show es Cachay, más me asombra la cantidad de personas como si la gente no estuviera muriendo aún en los hospitales”, agregó.

SE CONTAGIÓ DE COVID-19

En febrero de este año el cómico José Luis Cachay contó que superó el coronavirus a pesar de sus 60 años. Superado el ‘bicho’, volvió a las calles para vender sus chocolates.

“Vencí al virus, hace unas semanas estaba mal, con fiebre y dolor de garganta. Me hice cuatro pruebas rápidas y todas dieron negativo, pero la molecular fue positiva e hice mi cuarentena. Pero soy un hombre fuerte, de niño me han alimentado bien, tengo 60 años y hay ‘Cachay’ para rato”, comentó el cómico.

Además, cuenta que ha regresado a las calles para vender sus chocolates y alegrar a la gente. “Ahora he vuelto a las calles, me paseo por los barrios vendiendo mis chocolates y vacilo a la gente, pues les grito: ‘llegó la vacuna’, ‘llegó el bono’ y salen en mancha, y ahí aprovecho para contarles unos chistes y me compran”, enfatiza Cachay.

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