Germán Vargas, exbaterista y fundador de reveló algunas de las anécdotas que vivió la banda peruana durante sus inicios, así como algunas diferencias con y también la historia detrás de algunos de sus hits. Sus memorias han causado sensación en .

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Los inicios de la banda

A través de dicha red social, Vargas dio a conocer que todo comenzó en su cuarto, cuando con Fernando Ríos decidieron iniciar un grupo. Tras ello, conocería a Raúl Romero y en simultáneamente a Alfredo Sillau.

“Después conocí a Raúl Romero, en la Católica. En verdad, primero conocí un cassette con sus grabaciones. Paralelamente, conocí a Alfredo Sillau porque los dos éramos profesores en la Trener (...) Entonces organicé una reunión en mi casa, porque allí estaba la batería que es difícil de mover: Alfredo Sillau, Fernando Ríos, Raúl Romero y un amigo guitarrero, y yo con la batería”.

Así, el grupo quedaría finalmente conformado y tuvieron su primera prueba de fuego en la Pontificia Universidad Católica del Perú, en donde quedó acuñado el nombre de la banda. No obstante, no les convencía.

“Todo sonaba pésimo, desafinado. Paramos como tres veces y teníamos que hacer chistes para que la cosa pasara piola. Y la gente aplaudía. Éramos el grupo más malo del mundo y la Católica nos adoró”, publicó.

El hit y roces con Romero

Vargas también reveló que la letra original de “Las Torres” pocas personas conocen y que ésta tuvo que cambiar por posiciones políticas que conllevaron a roces con Raúl Romero.

“Las broncas políticas con Romero impidieron hacer música en joda y con altura. Yo no trabajo con geishas, y me fui (...) Pasar de ser un grupo contestatario a ser un grupo de comechados. No pues”, agregó.

Finalmente, dejó en claro que, la intención de sus relatos no tenían como fin acusar a Romero sobre algo que pasó hace mucho tiempo, sino recordar algunas anécdotas.

“La prensa me perturba. Si quieren maletear a Raúl, ya lo maleteamos bastante. Déjenme escribir sin segundas intenciones u opiniones. Estoy tratando de escribir lo bueno, lo malo y lo feo sin entrar en broncas. Recuerdos. Momentos. Anécdotas”, sentenció.

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