en reflexiona sobre los hombres y las mujeres y cómo, según la psicóloga Pilar Sordo, los clasifica como visuales y auditivas, respectivamente. La argentina habla sobre cómo es su relación con Rodrigo Valle según esta frase de la chilena.

Los hombres son visuales y las mujeres auditivas, asegura la psicóloga Pilar Sordo. O sea, sería como que a las mujeres nos entran por el oído: lo que queremos escuchar vale más que una imagen. Si es feo pero nos dice que nos ama y que somos divinas ya le abrimos las piernas.

Ahora preguntarle a un hombre cómo me veo es un acto suicida. Otro diálogo suicida es el momento que la mujer le dice ‘te amo’ al hombre y si este individuo solo responde "yo también " a nosotras nos agarra una angustia en el pecho justo en el medio del espacio que dejaron los ex implantes. La única respuesta correcta es " yo te amo más" o en su defecto " yo también te amo”. Las mujeres necesitamos escuchar que nos aman unas cien veces al día para que nos de seguridad.

Si el hombre no satisface nuestra necesidad de seguridad nosotras en consecuencia vamos a " romper las pelotas ", una frase que me gusta mucho usar en Argentina que significa lo que acá en Perú es “joderte hasta dejarte hue…”

En cambio el hombre es más visual ante la relación amorosa, asegura la psicóloga Pilar Sordo, ¿Cómo es eso? ¿Le importa más un poto que lo que una mujer está hablando? Si es tu poto es genial, pero si está mirando uno ajeno mientras te escucha, claramente le entra por un oído y le sale por el otro mientras la imagen del poto de la otra está en su retina impidiendo el pensamiento.

Después de esto solo queda enojarme con Rodrigo que paga todos mis enojos: contra él, algunos contra los novios de mis amigas, otros enojos que le caen son estos de leer un artículo de una psicóloga y enojarme porque seguramente está mirando algún poto. Enojarme con Felipe, el ex novio de Angie Jibaja, que estaban en un reality chileno, enojarme con Rodrigo porque me dejó comer de más, o porque dejó que me toque los granitos imaginarios y me deje la cara toda marcada, hasta porque el vecino cambió la clave del WiFi.

Él es el blanco de mis quejas, reproches e infinidad de inseguridades pero claramente el hombre es visual y no auditivo, porque si me escuchara ya me hubiese dejado. Creo que en vez de escucharme me está mirando el escote que con un push up logro que se parezcan más a los senos que tenía antes de quitármelos. Felizmente lo distrae lo suficiente como para no prestarme atención y así no peleamos. A mí me pasa mucho esto de enojarme y amigarme y él ni se entera.

A veces paso horas mirando un punto fijo con tal de no mirarlo hasta que tengo tortícolis y resuelvo amigarme por no pagar el quiropráctico. Una de mis frases que ya causa gracia es "pedime perdón y ya está te juro que me hace mal estar enojada con vos, no quiero que peleemos más " y de la otra parte ni se enteraron en qué momento, cual fue el punto de inflexión que hubo caos y pelea. Así son los hombres. Visuales.

Nos vemos el próximo lunes.

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