es un hábito que se adquiere no solo por dependencia psicológica, sino también por dependencia física a la nicotina.

La activa el metabolismo e impide la absorción de los nutrientes, por eso es imposible ganar un peso adecuado.

Si has pensado dejar de fumar. Aquí tienes algunas ideas que pueden facilitarte el camino hacia tu objetivo.

Paso 1. Analiza la situación.


Si no quieres dejar el hábito de fumar de forma brusca, haz una tabla como la que te mostramos debajo. Analiza bajo qué situación y estado de ánimo fumas cada uno de los cigarrillos que consumes. Esta no es una fase para fumar menos, sino para que empieces a tomar conciencia.

Tabla 1
Día: Lunes
Hora: 8 de la mañana.
Situación: Hoy me he levantado con frío y enciendo un cigarrillo camino al paradero.
Ideas asociadas: Fumar me elevará la temperatura corporal.

Haz una tabla diferente por cada cigarrillo que consumes.

Paso 2. Empieza a cambiar el hábito.

Elige tabaco bajo en nicotina e intenta retrasar el primer cigarrillo del día tanto como puedas. Intenta no inhalar el humor y no apures el cigarrillo como siempre, deja las colillas más largas. Tras unos diez días, explica a todos cuantos te rodeen que quieres dejar de fumar. De esta manera, evitarás que te ofrezcan o pidan tabaco.


Paso 3. Ten la voluntad firme.


Empieza levantándote por la mañana y recordando que tienes un objetivo: no fumar. Analiza las ventajas de tu nueva decisión y recuerda todos los aspectos negativos que implica este hábito. Esconde ceniceros, encendedores y fósforos para no pensar en los cigarrillos.

Las experiencias de los demás no siempre sirven. Escucha sus consejos, pero déjate guiar por tu manera de ser y actuar.

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