Para los padres no hay nada más angustiante que ver a su adolorido, por haberse dado un golpe o hecho una herida. Sin embargo, en ese momento en que tu pequeño estalla en llanto, lo que te toca a ti es calmarlo y ver qué le ha sucedido. La psicóloga de la Clínica Delgado, Vanessa Egues, da estos :

1. Abrázalo con amor y sin desespero, así le transmitirás seguridad mientras le revisas con cuidado la herida.

2. Distráelo con un juguete que le agrade o hazlo reír.

3. Usa frases como: ‘Tranquilo, hijo’, ‘Calma, ya pasó’. Nunca le digas: ‘Eso te pasa por no hacerme caso’.

4. Bríndale atención médica en caso de que el golpe haya sido muy fuerte.

5. No minimices lo que le está sucediendo y menos le prohíbas expresar mediante el llanto sus sentimientos.

6. Pregúntale cómo se encuentra; si deja de llorar y responde, sabrás que no se trata de algo importante.

7. Cuando ya esté tranquilo, explícale la razón por la que se cayó y dile cómo puede evitar otro accidente.

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