La culpa hace que no disfrutemos de los bueno que tenemos en el presente.
Salud

Todos en algún momento hemos sentido culpa por alguna razón. Tal vez porque no pudimos ir al cumpleaños de una amiga, no obtuvimos el ascenso laboral deseado, no logramos cumplir una meta en nuestra vida o tratamos de mala forma a un ser querido. Es normal tener esa sensación, el problema surge cuando empieza a producirnos daños como: estrés, depresión, angustia, dolores de cabeza o insomnio.

La culpa, aunque no lo creas, hace que no disfrutemos lo bueno de nuestro presente, pues estamos tan pendientes de lo que ocurrió en el pasado o de lo que puede presentarse en el futuro. Según el psicoterapeuta Walter Hinojosa, las personas debemos aprender a quitar de nuestro vocabulario el ‘YO DEBO’ y más bien incorporar el ‘YO QUIERO’ o ‘YO SÍ PUEDO’.

“Uno hace lo que puede en la vida, pero siempre dando su mejor esfuerzo y entrega. Si hiciste todo lo que pudiste y no resultó, no te sientas culpable. Si puedes, corrige el error. Caso contrario, agradece lo aprendido y sigue adelante. Olvídate de las lamentaciones”, agrega el especialista.

SUPÉRALO

Recuerda que sentirse culpable es una elección. Si cometiste un error, puedes decir: ‘Me equivoqué y aprendí. No lo volveré a hacer’. Y si no lograste tu cometido, te ayudará decir: ‘Hice todo lo que pude, no puedo reprocharme eso. La próxima vez seguiré dando lo mejor de mí’.

SABÍAS QUE...

Aceptarte tal como eres, con tus virtudes y defectos, hará que cuando te equivoques no seas tan severo contigo mismo.

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