En los últimos años, la mujer ha ido avanzando en (tecnología financiera) y exponiendo sus capacidades en los servicios financieros y tecnológicos. Dentro de este sector, las mujeres tienen un rol muy activo y determinante, pero sigue luchando para buscar la igualdad y ganar un espacio en un mundo que sigue siendo de hombres.

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Según cifras del Finnovista, el 44% de las Fintech en el Perú tienen a una mujer en su equipo de fundadores. Un dato digno de distinguir, ya que las empresas que unen la tecnología y las finanzas son dominados por hombres pero, pese a los avances, existen retos grandes en el mercado laboral tecnológico para las mujeres.

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Una de las mujeres que es una gran representante del mundo Fintech es Claudia Quintanilla, cofundadora de Rextie, empresa líder en el cambio de divisas. Claudia se ha convertido en un genuino caso de éxito de emprendimiento, que con casi 6 años, la compañía se ha posicionado dentro del mercado de cambio de dólares.

“El motivador principal por el que decidí emprender este negocio, es por mi gusto por los servicios financieros que radica en el propósito de contribuir e impactar las finanzas de las familias y empresas peruanas. Acceder a los servicios financieros adecuados te permiten obtener préstamos, generar ahorro a través de un buen tipo de cambio, generar ingresos a través de inversiones diversificadas, y con ello crecer personalmente, contribuir al negocio e impactar a la sociedad, detalló.

LIDERAZGO FEMENINO

Respecto al liderazgo femenino, Claudia afirma se debe seguir trabajando con políticas de estado e internas de cada compañía, que aporten a la equidad de género y que impulsen el liderazgo y mayor participación de las mujeres en la toma de decisiones. “Influir en la educación, para involucrar a las niñas en carreras asociadas a la tecnología. Preparándolas para las ofertas laborales de hoy y del futuro, y con ello cerraremos la brecha en la equidad de género y salarios igualitarios”, comentó la ejecutiva.

Claudia sostuvo que las mujeres emprendedoras deberán estudiar y capacitarse, esto les permitirá estar preparadas para asumir nuevos y desafiantes retos, que sean abiertas a romper paradigmas y a crear nuevas formas de hacer las cosas; así como, elegir un emprendimiento que las apasione, que será su motor para iniciar un proyecto altamente demandante de su tiempo y energía.

“La vida del emprendedor no es sencilla, pero valdrá la pena, porque tendrás un impacto en tu entorno, contribuirás al crecimiento del país y al de más mujeres en posiciones de liderazgo, además del aprendizaje continuo y acelerado que ganarás, es como un camino que cuando miro hacía atrás nunca me arrepiento de haberlo tomado”, finalizó.

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