Uno de los motivos más frecuentes de ruptura de una relación son las discusiones. Hay que discuten por todo y todo el tiempo, tal parece que están conectadas solo por las peleas. Hay que tener mucho cuidado con esto, porque una dinámica conflictiva como esta, da pie al malestar y reduce el atractivo que siente uno hacia el otro.

Según estudios, una de las causas por las que se pelea tanto es porque se tienen rencillas del pasado que no se dijeron en su momento y que ahora salen en forma de discusiones, o que sí se hablaron, pero no lograron perdonarse. Otra podría ser que ambos tengan un carácter muy dominante y se la pasen compitiendo todo el tiempo.

Sea cual fuera la causa, hay que hallarle una solución si lo que se quiere es continuar con la relación. Aquí algunos consejos:

Evita descalificar personalmente a tu pareja, denigrar sus conductas, devaluar sus logros y mostrar una actitud defensiva.

Ponte en su lugar: Al comenzar una discusión recuerda que de pronto él no quería fastidiarte con lo que dijo o hizo.

Reconoce errores antes de señalar únicamente los de tu galán.

Ve al objetivo de la discusión y no dejes que se desvíe.

Si estás muy enfadada es mejor no discutir en ese momento.

No defiendas tu verdad. Lo importante no es tener la razón sino llegar a un consenso.

Avanza. Una buena discusión tiene como final un acuerdo para hacer mejor las cosas en el futuro.

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