La es un básico minimalista que no puede faltar en el armario femenino, ya que su simplicidad la convierte en un must have tan versátil como clásico, que acompañada de los accesorios adecuados, puede resultar en un look sofisticado y moderno hoy y dentro de diez años.

CONSEJOS PARA LLEVARLA:

En la oficina: La camisa blanca puede ser la estrella de tus outfits de oficina, si la sabes combinar. Con una hasta la rodilla, un collar tipo babero y unos zapatos altos de taco grueso, conseguirás un look elegante y profesional. Es importante llevar la camisa por dentro de la falda para acentuar la cintura.

En una cita romántica: Nada mejor para una primera cita que mostrarte tal cual eres. Es por eso, que esta resulta la ocasión perfecta para utilizar esa camisa fuera de línea con el motivo que te identifica. No temas usar una prenda con aplicaciones, estampados o bordados, eso además de darte estilo, te hará lucir auténtica y audaz. Procura combinarla con prendas lisas y de color sólido como un pantalón burgundy para que no le robe protagonismo a la camisa. El toque final lo darán los accesorios: unos botines de terciopelo y taco alto serán los compañeros perfectos para un clutch de estilo casual con colgante.

Para una tarde relajada: Las son ideales para ocasiones casuales. Se pueden combinar con palazos o aquellos pantalones de corte deportivo con rayas verticales a los lados y unas zapatillas o mules para tener la posibilidad de estar cómoda sin perder el estilo.

Para un cóctel: Los eventos elegantes no son la excepción y aunque quizás le cueste imaginárselo, la camisa blanca puede ser la protagonista de un look muy elegante y femenino. Combinándola con una falda larga de estampado tropical o una midi de tendencia metálica, una cola alta y unos stilettos habremos conseguido un look que difícilmente pasará desapercibido.

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