Las mujeres con durante el embarazo son más propensas a tener bebés biológicamente más viejos que los nacidos de mujeres con un peso saludable. Ello expondría a los bebés a desarrollar enfermedades crónicas y reducir su esperanza de vida con el paso de los años.

Nuestra edad biológica está determinada por la longitud de los telómeros —fragmentos de ADN en los extremos de los cromosomas—, que se reduce a lo largo de la vida cada vez que nuestras células se dividen. Asimismo, los telómeros cortos han sido asociados con enfermedades cardiovasculares, tipo 2 y aterosclerosis, añade a BioMed Central , de la Universidad de Hasselt, Bélgica, quien lideró al equipo que condujo la investigación publicada en el referido portal.

EL EXPERIMENTO
La longitud de los telómeros de un recién nacido es variable, pero hasta ahora la ciencia no ha explicado el motivo. El equipo de Nawrot se embarcó en hallar posibles causas en el sobrepeso de las gestantes. Para ello, se recopiló los índices de masa corporal (IMC) de 743 mujeres que más tarde quedaron embarazadas. Al dar a luz estas, se tomaron muestras de sangre del cordón umbilical de los bebés y la placenta, para medir la longitud de los telómeros en las células sanguíneas.


Se halló una asociación entre el IMC de las madres y los telómeros de sus bebés: estos fueron 2,5% más cortos en bebés de madres con sobrepeso, en comparación con los nacidos de madres con pesos saludables, mientras que los nacidos de mujeres obesas tenían telómeros 5,5% más cortos.

De acuerdo con Nawrot, a un ritmo de envejecimiento normal, toma de 5 a 10 años que un telómero decrezca en 5,5%. Aunque Nawrot afirma que no puede concluir que los bebés de madres obesas vivirán 5 años menos que otros bebés, se aventura a atribuir al exceso de tejido graso (característica de la obesidad y el sobrepeso) la culpabilidad en la disminución de telómeros.

La grasa, afirma, puede desencadenar la inflamación de tejidos y la producción de químicos reactivos que provocan estrés oxidativo, que pueden dañar las células y acortar los telómeros. Esas sustancias podrían alcanzar el organismo del feto a través de la placenta, sugiere.

PAPÁS TAMBIÉN
No obstante, , de la Universidad de Sheffield, Reino Unido, rebate esta hipótesis según New Scientist. Ella señala que las personas con sobrepeso pueden ya tener telómeros más cortos y que ello se podría transmitir a los hijos a través de sus genes y no a través de la placenta. En tal escenario, no solo una madre sino también un padre con IMC alto puede determinar la longitud de los telómeros del niño.

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