¡Cuidado con el 'papitis'! Se dice que el primer amor de una mujer es su papá, porque desde los tres años hacia adelante las niñas idealizan al padre. No es raro que a esa edad lo absuelvan de defectos y quieran tener toda su atención solo para ellas. Este estado se conoce como ‘papitis’, cuando la niña demanda que sea papá quien la acompañe a comer, la ayude con la tarea, la haga dormir; todo con él y dejando a mamá a un lado. 

Las niñas identifican al papá como el sexo opuesto, como cabeza del hogar, responsable de dar protección y lo ven como el único capacitado para resolver las cosas difíciles en casa. Sin embargo, existe un lado negativo al desarrollar una falta de respeto y de valoración hacia su progenitora si no se actúa debidamente durante la etapa de 'papitis'

Es necesario que la niña identifique que ella y sus padres forman un equipo y no una dualidad de hija y papá. Tanto ‘papitis’ como ‘mamitis’ culminan a los seis o siete años de forma natural, cuando la niña ingresa a la escuela y mantiene contacto con el sexo opuesto.


Lo malo de tener 'papitis'


En caso de que esto no se supere, la niña quedará fijada en la etapa de 'papitis', donde solo reconoce la autoridad en el padre e incluso puede presentar actitudes de manipulación con él, al entregarle cariños y mimos a cambio de permisos o premios. Otra vez, la mamá quedará en segundo plano.

Es relevante que mamá se esfuerce por ser parte de las actividades de la niña y el padre debe ayudarla a sumarse. Si este cede a las demandas de la menor -sin querer- puede causar que su esposa e hija rivalicen generando desintegración. La consecuencia de una ‘papitis’ no superada se presenta en el futuro, cuando la entonces mujer busque en sus parejas a los mismos patrones de desunión que vivió en casa.

Está mal llamar a la hija como “la novia chiquita de papá” o que se “besen en la boca” como muestra de amor, o que duerma en la cama en medio de ambos padres. Estas costumbres podrían solo confundir más a la niña, reforzar sus demandas y otorgarle un rol que no le pertenece al desconocer el espacio de papá y mamá.

Es importante que los padres sean equitativos en los roles que cumplen: si papá hace dormir a la pequeña, mamá debió bañarla y cambiarla. Si él la lleva a la escuela, mamá debe ir a recogerla. El objetivo es que la menor sepa que puede apoyarse en ambos padres.

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