Si tu hijo es de los que dicen ‘no soy bueno para las matemáticas’, ‘el inglés jamás me gustará’ o ‘no nací para ser un artista’, generándose un bloqueo mental ante sus tareas escolares; entonces esta es la oportunidad para comentarle a tu pequeño que, muy contrario a lo que piensa, sí es posible mejorar nuestras capacidades.

Ciertamente, los niños superdotados casi no existen o son casos excepcionales, la mayoría de veces es el constante el que permite que una persona sobresalga en cualquier actividad.

Liliana Tuñoque, psicóloga de la Clínica Internacional, precisa que para reforzar ese mensaje es clave que los padres supervisen los horarios de estudios de su hijo, sigan una rutina familiar y sean claros en las pautas del hogar.

“La constancia y las responsabilidades acorde con su edad le otorgan disciplina a un menor. Si, además, se le motiva, podrá vencer más rápido la idea equivocada de que no puede o que todo llega sin hacer nada”.

AYÚDALO AL PRINCIPIO

Cuando tu hijo se queje, Tuñoque te sugiere paciencia y empezar la actividad juntos. Nadie nace sabiéndolo todo y los niños necesitan una guía en el aprendizaje. Lo que sí está mal es criarlo entre algodones y hacerlo todo por él, ya que necesita ser tolerante.

DIÁLOGOS

A su vez, dialoga con tu hijo sobre las metas que tienes como adulto y cómo planeas conseguirlas. A través de tu ejemplo, crecerá percibiendo que hay motivos valiosos por los que vale la pena perseverar.

Sabías que: 
Los niños necesitan tiempo para hacer las tareas fáciles y luego las más complicadas. No vivas apurándolos solo porque tú tienes prisa.

Si te interesó lo que acabas de leer, puedes seguir nuestras últimas publicaciones por , , y puedes suscribirte a nuestro newsletter.

NOTICIAS SUGERIDAS

Contenido GEC